La coalici¨®n de la RFA pende del 'hilo polaco'
"La situaci¨®n es muy dif¨ªcil" aseguraban ayer fuentes de la Uni¨®n Cristiana Democr¨¢tica (CDU) del canciller alem¨¢n occidental, Helmut Kohl. La coalici¨®n de Gobierno con los liberales del SPD pende de un hilo, el hilo polaco, es decir, la actitud ante el reconocimiento de las fronteras con Polonia resultantes de la II Guerra Mundial. "No entiendo el revuelo que se ha armado", dijo Kohl, refiri¨¦ndose al aluvi¨®n de cr¨ªticas, muchas de ellas provenientes de su propio partido, a su propuesta de relacionar el reconocimiento de la frontera con la renuncia de Varsovia a reclamaciones por los da?os causados por el nazismo en Polonia.
La m¨¢s grave amenaza sobre el canciller, el eventual abandono de sus socios liberales de la coalici¨®n gobernante, no pareci¨® aclararse. La reuni¨®n entre Kohl y su ministro de Exteriores, el liberal Hans Dietrich Gensher, acab¨® en silencio, lo que dio pie a toda clase de rumores. Hoy tienen programada otra reuni¨®n.Ayer por la ma?ana el canciller se desayun¨® con vinagre. Peri¨®dicos conservadores como el Frankfurter Rundschau explicaban a sus lectores que "la disputa sobre las fronteras se est¨¢ convirtiendo en una cat¨¢strofe pol¨ªtica para la RFA" y que la reacci¨®n en el exterior es devastadora". El General Anzeiger, por su parte, acusaba al "canciller de la unidad alemana" de convertirse en "el l¨ªder del aislamiento pol¨ªtico". Ni que decir tiene que en Berl¨ªn Oriental, la Prensa tambi¨¦n se ocupaba del tema. "Este hombre ya no se puede tolerar", dec¨ªa el Berl¨ªner Zeitung, "por lo menos para los pol¨ªticos responsables a quienes preocupa la credibilidad de Alemania en. una Europa en paz".
El secretariado de la Uni¨®n Cristiana Democr¨¢tica (CDU), el partido de Kohl, tras la polvareda levantada por la propuesta del canciller y las amenazas de los liberales y, tambi¨¦n en sentido contrario, del ala derecha de su partido, de provocar la ca¨ªda del Gobierno, madrug¨® ayer. A las seis de la ma?ana los barones de la CDU estaban ya reunidos. Un poco m¨¢s tarde hicieron lo mismo los liberales y los socialdem¨®cratas. Hacia la una del mediod¨ªa el canciller convoc¨® a la Prensa en la sede de la CDU tan solo para defenderse como un gato panza arriba.
Kohl repiti¨® su consabido latiguillo de que s¨®lo una Alemania unificada est¨¢ capacitada para admitir la frontera con Polonia en el l¨ªmite formado por los r¨ªos Oder y Neisse, y renunciar definitivamente a Silesia, Poimerania y Prusia Oriental. El exacille neg¨® que su idea de relacionar este tema con la renuncia de Polonia a reclamar reparaciones por los da?os causados por el Tercer Reich hubiera llevado a una ruptura con sus compa?eros de coalici¨®n. "En una coalici¨®n", dijo, "cada uno intenta mantener su imagen y a¨²n m¨¢s en un periodo electoral".
Kohl, posiblemente, dado que se estaban produciendo simultaneamente, no conoc¨ªa las declaraciones del presidente del FDP Otto Graf Lambsdorf. "?Como, en nombre del cielo, puede alguien salir con tan descabellada idea, especialmente cuando Polonia ya renunci¨® a cualquier tipo de reparaciones en la declaraci¨®n escrita del 23 de agosto de 1953", se pregunt¨® el l¨ªder liberal.
Kohl no parece querer dar el brazo a torcer. "Tengo una posici¨®n clara y legal", dijo, "?qui¨¦n puede dudar de ello?, realmente no lo entiendo". En Bonn, sin embargo, es cada vez m¨¢s dif¨ªcil entender al canciller. La impresi¨®n de que la Federaci¨®n de Ex pulsados (BdV) y la extrema derecha lo tienen realmente prisionero va abri¨¦ndose paso con fuerza. Si as¨ª es, Kohl puede empezar a tener algo de raz¨®n en no dejar escapar el asunto y permitir que caiga en manos de los Republicanos de Franz Schoenhuber, que ya se frotan las manos.
La extrema derecha
Porque, al margen de la extrema derecha, al canciller ya no le apoya ni su propio partido en este tema. Puede decirse que una parte considerable de la CDU ha mostrado ya su oposici¨®n. El predecesor de Kohl en la presidencia del partido, Reiner Barzel, coment¨® que el canciller "se portaba como un elefante en una tienda de porcelana", pregunt¨¢ndose: "?Qu¨¦ es lo que lleva al canciller a echar aceite en las llamas en lugar de apagarlas?".
Hacia las tres de la tarde Kohl y su ministro de Exteriores, Hans-Dietrich Gensher se reunieron en la canciller¨ªa. Este ¨²ltimo ya hab¨ªa mostrado abiertamente su opinion contraria a la del canciller. Dos horas despu¨¦s Gensher volaba en helic¨®ptero hasta Bruselas para asistir a una reuni¨®n de ministros de Exteriores de la CE sin que nada se hubiera filtrado de la cita entre los dos l¨ªderes. Los rumores, tanto en Bonn como en Bruselas, aseguraban que Genscher estaba dispuesto a presentar su dimisi¨®n.
El c¨ªrculo se cierra en torno al canciller. El viernes se re¨²nen en Par¨ªs polacos y franceses para tratar el asunto. EE UU, donde los temas polacos cuentan con una importante audiencia, est¨¢ tambi¨¦n dispuesto a cerrar la v¨ªa a la unificaci¨®n. El ministro presidente de la RDA llegaba ayer a Mosc¨², y sus opiniones sobre el tema han sido siempre tajantes.
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