El largo camino del comunismo italiano
El congreso se plantea la refundaci¨®n del partido tras 69 a?os de acci¨®n pol¨ªtica
J. E.El Partido Comunista Italiano (PCI) inici¨® el 7 de marzo un proceso constituyente del que aspira a emerger como una nueva formaci¨®n pol¨ªtica reformadora, de izquierda y con otro nombre. Es un aut¨¦ntico hito hist¨®rico para el primer partido comunista occidental, a los poco m¨¢s de 69 a?os de iniciar su andadura.
El 19 de enero de 1921 marca la ruptura en dos del socialismo italiano. Antonio Gramsci, Amadeo Bordiga y Palmiro Togliatti encabezan el grupo de delegados que deciden acatar las instrucciones de sometimiento a la Internacional lanzadas por Lenin para la ruptura total con el reformismo, abandonan la sede del congreso socialista que se desarrollaba en el teatro Goldoni de Livorno, se trasladan al San Marco y fundan el Partido Comunista de Italia, secci¨®n italiana de la Tercera Internacional.
En los comicios de mayo del mismo a?o 1921 los comunistas se tienen que conformar con 15 diputados, por 122 de los hermanos con quienes hab¨ªan roto. El partido fascista empezaba a arrasar f¨ªsicamente a las dos for
maciones de izquierdas, un a?o antes de la marcha sobre Roma (1922) de las escuadras que auparon en el poder a su l¨ªder, el duce Benito Mussolini. Se inician entonces a?os de feroz represi¨®n, en los que los comunistas pierden a su l¨ªder, Gramsci, muerto en la c¨¢rcel en abril de 1937, tras 11 a?os de presidio. Poco antes de su detenci¨®n, Gramsci env¨ªa una carta a Togliatti en la que se expresa la primera, disensi¨®n con el Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS): Gramsci rechaza los m¨¦todos de Stalin. Con la muerte del fundador, Togliatti asume las riendas del partido. Cuando estalla la guerra civil en Espa?a, el PCI acude en ayuda de los republicanos espa?oles.
La guerra de Espa?a casi engancha con la conflagraci¨®n mundial, que provoca la unidad de acci¨®n de comunistas y socialistas. La consigna del PCI es que el 10% de sus cuadros y el 15% de los afiliados entren en la resistencia. Ya entonces se apunta el giro nacionalista de los comunistas. En el congreso de 1943 simplifican el nombre a Partido Comunista Italiano. Un a?o despu¨¦s se produce el giro de Salerno: los comunistas dan prioridad no a la instauraci¨®n del socialismo en Italia, sino a la reconstrucci¨®n democr¨¢tica con un Gobierno de unidad nacional. Pero la guerra fr¨ªa, que pasa a dividir el mundo en bloques enfrentados, relega al PCI a la oposici¨®n. En las elecciones de 1948 a¨²n caminan juntos comunistas y socialistas en un frente popular que no puede frenar a la Democracia Cristiana.
Gran crisis
En 1956 la intervenci¨®n militar sovi¨¦tica en Hungr¨ªa marca una gran crisis interna en el PCI, que califica la actuaci¨®n de Mosc¨² como "una necesidad dolorosa", lo que desagrad¨® a intelectuales y personalidades del partido, que lo abandonaron. En 1964 muere Togliatti.
La invasi¨®n de las tropas del Pacto de Varsovia para acabar con la primavera de Praga (1968) recibe ya una condena total por parte del PCI, que rechaza la idea de un partido o un Estado-gu¨ªa para el movimiento comunista internacional.
Enrico Berlinguer llega a la secretar¨ªa general del PCI en 1972. El golpe militar en Chile le lleva a lanzar la idea de que conseguir la mayor¨ªa de los votos no garantiza la supervivencia de una sociedad democr¨¢tica, por lo que plantea un compromiso hist¨®rico entre las grandes fuerzas sociales del pa¨ªs: comunista, democristiana y socialista. Son los a?os del gran salto adelante del PCI, que en 1976 consigue su mayor ¨¦xito en las urnas al alcanzar el 34,6% de los votos.
Al mismo tiempo se acent¨²a la ruptura con Mosc¨²: Berlinguer condena la invasi¨®n de Afganist¨¢n en 1980, y la implantaci¨®n de la ley marcial en Polonia en 1981 le lleva a decir que la Revoluci¨®n sovi¨¦tica "ha perdido su fuerza propulsora para las transformaciones sociales".
Italia vive los a?os de la estrategia de la tensi¨®n. Bandas terroristas fascistas y d¨¦ extrema izquierda ponen en jaque a las instituciones. El contenido del compromiso hist¨®rico se desliza hacia la b¨²squeda de acuerdos con las c¨²pulas pol¨ªticas m¨¢s que con las fuerzas sociales. As¨ª, se llega primero a la pol¨ªtica de solidaridad nacional, tras el asesinato del democristiano Aldo Moro, y luego, a plantear la alternativa de las fuerzas de la izquierda, que los socialistas rechazan.
La vacilante l¨ªnea emprendida lleva a un deterioro en la implantaci¨®n del PCI, que ve reducir su caudal de votos a partir de las elecciones de 1983. Un a?o despu¨¦s muere Enrico Berlinguer. Se plantea la necesidad de buscar un nuevo camino, acelerada por los acontecimientos en el bloque socialista, que llevar¨¢n a Achille Occhetto a buscar la convulsi¨®n definitiva: la refundaci¨®n.
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