Pata negra con tintorro
Jam¨®n de pata negra eran los enmalvados novillos que salieron ayer en Las Ventas. Necesitaban como acompa?amiento un caldo de semejante categor¨ªa. Rioja, valdepe?as o fino, poco importaba si su calidad era m¨¢xima. Pero los coletudos engorrinaron el fest¨ªn, y se los comieron con el qu¨ªmico tintorro que suelen ofrecer en las malas tabernas. El resultado fue el propio, Indigesti¨®n.Una indigesti¨®n que tal vez estos j¨®venes coletudos recuerden si alguna vez escriben sus memorias. Dir¨¢n algo as¨ª como: "Pena. All¨¢ por los 90 goc¨¦ de una ocasi¨®n inmejorable para triunfar en Madrid. Con unos novillos tan chochones que casi eran la tonta del bote fu¨ª incapaz de torear. Aunque, eso s¨ª, les pegu¨¦ cientos de pases". Ya se sabe que torear es la ant¨ªtesis del pegapasismo tal al d¨ªa.
Domecq / Atienza, V¨¢zquez, Andujano
Cinco novillos del marqu¨¦s de Domecq, y 5?, sobrero de Alcurruc¨¦n, desiguales de presentaci¨®n, nobles y manejables. Julio Atienza: ovaci¨®n; silencio. Javier V¨¢zquez: silencio; m¨¢s aplausos que pitos cuando saluda. El Andujano: aplausos; vuelta. Plaza de Las Ventas, 11 de marzo.
Lo malo es que los novilleros, mismamente los de ayer, se hartan a cortar orejas por esos pueblos de Dios con estas mismas faenas posmodernas. Unas faenas que consisten en citar fuera de cacho y en oblicuo, no cargar la suerte, correr a enmendar terrenos y otras torpezas.
As¨ª, Atienza se limit¨® a ciertos arreboles con la pa?osa. V¨¢zquez s¨®lo brill¨® con el percal en ceffidos quites por chicuelinas. Y El Andujano, con sus espectaculares banderillas, am¨¦n de una gran estocada al ¨²ltimo, que le vali¨® la vuelta al ruedo. Poca cosa. Suced¨¢neo de vino para un buen jam¨®n desaprovechado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.