Tranquilidad relativa

Los mercadores de valores occidentales intentan convencerse de que las ca¨ªdas de Tokio son un problema aislado y que no tienen mucho que ver con lo que sucede en esta parte del mundo, lo que est¨¢ permitiendo a Wall Street mantener el tipo con algunas dificultades y a los mercados espa?oles seguirle como mejor pueden. El efecto m¨¢s inmediato que ha tenido esta debilidad del mercado japon¨¦s ha sido el de frenar los intentos de recuperaci¨®n de las bolsas espa?olas, en las que el papel ha vuelto a forzar algunas bajas. Los apoyos institucionales a unos cuantos valores, junto con esta serie de recortes, est¨¢n logrando la apariencia de un proceso de selecci¨®n previo a una reacci¨®n alcista, aunque son pocos los seguidores del mercado que todav¨ªa creen en esa posibilidad. Los altos intercambios de t¨ªtulos de sociedades el¨¦ctricas son una de las constantes de la bolsa actual, en la que las preocupaciones m¨¢s fuertes contin¨²an llegando del sector bancario.El abandono que sufre este grupo por parte de los inversores contin¨²a incidiendo de forma notable sobre sus cotizaciones, hasta el punto de que uno de los grandes ha cedido en estas dos ¨²ltimas sesiones casi un 9%.

El resto de los valores va capeando el temporal como mejor puede, sobre todo aquellos que ponderan en el ¨ªndice, ya que los de segunda o tercera fila est¨¢n siendo objeto de una presi¨®n vendedora mayor que la media, lo que convierte al mercado en una especie de r¨ªo revuelto en el que resulta dif¨ªcil moverse.