Se pas¨® el arroz
Gerv¨¢s / Mart¨ªnez, Bl¨¢zquez, C¨¢mara
Cinco novillos de Germ¨¢n Gerv¨¢s y de S¨¢nchez Arjona, terciados, con casta. Alberto Mart¨ªnez: silencio; aviso y silencio. V¨ªctor Manuel Bl¨¢zquez: dos avisos y silencio; oreja. Fernando C¨¢mara: oreja; aviso y ovaci¨®n.
Plaza de Valencia, 17 de marzo (ma?ana). Octava corrida de feria.
A las 12 empez¨® la novillada y a las dos y media a¨²n no hab¨ªa terminado. A quien encarg¨® paella se le pas¨® el arroz. Los que vayan a las corridas matutinas har¨¢n bien si no encargan paellas, pues paellas pasadas son para el gato. Lo mejor ser¨ªa, claro, que no hubiera corridas matutinas, ese invento del diablo.Las corridas quiere Dios que sean vespertinas, a las cinco de la tarde, que es hora de romance. A las cinco de la tarde, toros, toreros y afici¨®n van pidiendo guerra. A las 12 del d¨ªa, en cambio, toros, toreros y afici¨®n est¨¢n entre el desayuno y el aperitivo -sutil frontera-, y ni toros, ni toreros, ni afici¨®n se ponen de acuerdo en si deben continuar con el cafelito (para algunos, alfalfa) o empezar con el verm¨².
El desacuerdo generalizado es uno de los peores inconvenientes de las corridas matutinas y as¨ª acaece que suelen discurrir con escaso ambiente y a veces hasta con mal talante. Ser¨ªa por el madrug¨®n o ser¨ªa por la casta agresiva de los novillos, fue el caso ayer ma?anita que a los toreros les era dif¨ªcil dar pie con bola.
Alberto Mart¨ªnez se vio desbordado por los novillos de casta agresiva, a V¨ªctor Manuel Bl¨¢zquez le faltaron tres segundos, tres, para que le echaran uno al corral, y Fernando C¨¢mara acab¨® toreando aburrido (?ser¨ªa adormilado?), despu¨¦s de cuajar una faena enriquecida con vistosos ribetes toreros. Esta faena ribeteada se la hizo al tercero C¨¢mara, Bl¨¢zquez le sac¨® vibrantes muletazos al quinto y Mart¨ªnez intercal¨® detalles de escuela en sus desbordados trasteos, lo cual significa que no se perdi¨® la ma?ana, a pesar de todo. A salvo lo de la paella. Estar en Valencia y no poderse comer una paella a gusto, da rabia, francamente.
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