Las negativas del mercenario
Las declaraciones de Raimond Sanchiz dibujan el funcionamiento de los GAL
Raimond Sanchiz, mercenario de los GAL, acusado de participar en el secuestro de Segundo Marey, formul¨® en octubre del a?o pasado unas declaraciones ante un juez de Bayona (Francia) en las que se exculpa, pero implica al subcomisario Jos¨¦ Amedo y al inspector Michel Dom¨ªnguez en la guerra sucia contra ETA. Estas declaraciones, que ahora acaban de unirse al sumario principal del caso Amedo, no contienen graves acusaciones contra los polic¨ªas mencionados, aunque desentra?an parte de la trama terrorista y la forma en que los agentes se comunicaban con los elementos de la infraestructura del grupo.
Estos testimonios fueron realizados dentro de las investigaciones del atentado contra el Mon Bar de Bayona, ocurrido en septiembre de 1985 y en el que murieron cuatro presuntos miembros de ETA. El presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Alfonso Villag¨®mez, que tambi¨¦n preside el tribunal del caso Amedo ha acordado su uni¨®n al sumario.Sanchiz realiz¨® dos declaraciones contradictorias entre s¨ª con un intervalo de tres d¨ªas. En la primera, el 3 de octubre de 1989, neg¨® su pertenencia a los GAL, dijo no conocer a Amedo ni a ning¨²n mercenario y afirm¨® que siempre ha llevado una vida honrada. En esa fecha se le acababa de notificar que estaba acusado del delito de asociaci¨®n de malhechores. En la segunda, que tuvo lugar tres d¨ªas despu¨¦s, relat¨® sus relaciones con los dos polic¨ªas, c¨®mo les puso en contacto con otros mercenarios, que han sido condenados en Francia por atentados reivindicados por los GAL y el viaje que realizaron juntos a Andorra.
S¨¢nchez, asesinado
Sanchiz narr¨® que justo antes de su primera declaraci¨®n el juez Armand Riberolles le insinu¨® que Pedro S¨¢nchez, otro mercenario que particip¨® en el secuestro de Marey y al que ¨¦l conoc¨ªa, hab¨ªa sido asesinado por sus compa?eros de los GAL. Sanchiz explic¨® que esa revelaci¨®n, "que le incit¨® a la reflexi¨®n", fue la causa de su silencio hasta ese momento sobre las circunstancias del desplazamiento a Andorra y la gente que le acompa?¨®.
Fuentes jur¨ªdicas consideran sin embargo que la modificaci¨®n del testimonio de Sanchiz se produjo por consejo de su abogado, tras conocer en el juzgado las pruebas que exist¨ªan contra ¨¦l.
El mercenario cont¨® que en una ocasi¨®n acompa?¨® a Pedro S¨¢nchez a entrevistarse en Fuenterrab¨ªa con Amedo y Dom¨ªnguez. S¨¢nchez le hab¨ªa explicado previamente que en la reuni¨®n iba a suministrarles informaciones sobre refugiados vasco espa?oles susceptibles de realizar acciones terroristas, y que Amedo era comisario principal en Bilbao. La cita tuvo lugar en una estaci¨®n de servicio, pr¨®xima a un supermercado, y la conversaci¨®n se desarroll¨® en espa?ol, por lo que Sanchiz afirm¨® que no pod¨ªa precisar de qu¨¦ se habl¨®. Amedo le fue presentado como Thomas y Dominguez como Pierre.
En la cita, se concert¨® que ¨¦l les acompa?ar¨ªa inmediatamente en un viaje a Andorra, mientras S¨¢nchez se quedaba en Francia.
Misi¨®n que cumplir
El mercenario relat¨® que los polic¨ªas espa?oles ten¨ªan una misi¨®n que cumplir en Andorra.
, pero que ¨¦l s¨®lo aprovechaba el viaje para saludar al tambi¨¦n mercenario de los GAL Christian Hitier, al que no conoc¨ªa, pero que era compa?ero de armas de un amigo suyo.
Desde Fuenterrab¨ªa Amedo y Dom¨ªnguez acompa?aron a Sanchiz a que dejara su coche en su domicilio de Hendaya y a continuaci¨®n salieron para Andorra. Amedo condujo el autom¨®vil, un Ford, durante todo el trayecto, en el que evocaron los problemas del terrorismo. "Me explicaron", se?ala la declaraci¨®n de Sanchiz, "que ten¨ªan amigos que hab¨ªan muerto en atentado. Creo que los dos hombres intentaban sobre todo convencerme de la necesidad y utilidad de su misi¨®n. En ning¨²n momento se hizo alusi¨®n al GAU. Durante el viaje, tuvieron que detenerse en un control de polic¨ªa, pero no fueron molestados despu¨¦s de que Amedo ense?ara su carnet de agente. Al pasar la aduana, tanto Amedo como Dom¨ªnguez dejaron las armas y las recogieron al regreso.
En Andorra, Amedo se dirigi¨® inmediatamente a una tienda de ropa para reunirse con Dominique Thomas, la dama negra de los GAL. El subcomisario, que llevaba en la mano una gabardina, le pregunt¨® d¨®nde pod¨ªa contactar con Hitier, al que no conoc¨ªa. Sanchiz dijo a Dominique que Hitier era amigo suyo y ella se lo se?al¨® en la terraza de un caf¨¦. Sanchiz se present¨® y present¨® a Amedo y Dom¨ªnguez, quienes conversaron en espa?ol con ¨¦l.
En el primer momento de la segunda declaraci¨®n, Sanchiz dijo que no puso en contacto a los polic¨ªas con Hitier, pero finalmente reconoci¨® que as¨ª fue. Tambi¨¦n admiti¨® que realiz¨® labores mediadoras entre los agentes y el mercenario Patrick Pironneau.
Despu¨¦s del viaje a Andorra, que tuvo lugar en octubre de 1984, cuando ya se hab¨ªa realizado el secuestro de Segundo Marey y los asesinatos de Ram¨®n O?aederra y Mikel Goicoechea, Sanchiz declar¨® que fue "contactado dos veces sucesivas por el adjunto del comisario Amedo Fouce".
Las gestiones telef¨®nicas ten¨ªan como objeto conseguir el m¨¢ximo de informaciones sobre los refugiados vasco espa?oles. "Yo dispon¨ªa", asegur¨® Sanchiz ante el juez, "en el ¨¢mbito de mi profesi¨®n (calefactor), de un fichero de 5.000 nombres en el que figuraban numerosos ciudadanos vasco espa?oles, pero le juro que nunca he facilitado ninguna informaci¨®n que pudiera implicar a estos ciudadanos".
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