Kohl, el vencedor

H. T. / J. M. M. F. ENVIADOS ESPECIALES, En las dos Alemanias todo el mundo sabe que la poblaci¨®n ha votado menos a Lothar de Maiziere, l¨ªder de la Uni¨®n Cristiana Democr¨¢tica de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, que al canciller de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Helmut Kohl. Y m¨¢s que a este, a la forma que les resulta m¨¢s viable de acceder al bienestar de la RFA. Tras 40 a?os de r¨¦gimen comunista, la poblaci¨®n, educada en el tutelaje, busca la tutela de alg¨²n poder fuerte, y ¨¦ste est¨¢ sin duda en Bonn, auguraba hace pocos d¨ªas la periodista de Die Zeit Helga Hirsch.

"Usted debe ser comunista". La joven de Leipzig, castigaba al periodista con su peor calificativo porque ¨¦ste intentaba explicarle que no pod¨ªa votar por el canciller Kohl, porque ¨¦ste no se encontraba en las listas electorales. "Claro que voy a votar por el canciller", sentenciaba . Pese a los esc¨¢ndalos, pese a las encuestas que proclamaban el triunfo inevitable de la socialdemocracia, la derecha, que no existe pol¨ªticamente m¨¢s que en la vecina RFA, se ha hecho con el poder.Lothar de Maiziere, un oscuro historiador que accedi¨® a la presidencia del partido porque era el ¨²nico no contaminado por el antiguo r¨¦gimen, ser¨¢ con pr¨¢ctica seguridad el pr¨®ximo primer ministro. Durante 40 a?os la Uni¨®n Cristiana Democr¨¢tica (CDU) de la RDA form¨® parte del llamado bloque junto con los liberales del LDPD, el Partido Nacional Democr¨¢tico (NDPD) y el Partido Campesino (DBD), cada uno de los cuales ten¨ªa asignados 52 esca?os.

Tras la liquidaci¨®n f¨ªsica, el encarcelamiento o la emigraci¨®n de sus l¨ªderes en 1946, la CDU, igual que los otros t¨ªteres no presentaron la m¨¢s m¨ªnima batalla al r¨¦gimen comunista Sus funcionarios sobreviv¨ªan con medianos privilegios a cambio de su sumisi¨®n al partido comunista. Tan s¨®lo a mediados del ¨²ltimo verano, con motivo del s¨ªnodo de la Iglesia protestante en Elsenach, algunos de sus pol¨ªticos esbozaron sus primeras cr¨ªticas.Cuando, tras la ca¨ªda del muro y el derrumbe estrepitoso del viejo r¨¦gimen, la CDU convoc¨® un congreso de emergencia en el teatro Kosmos de Berl¨ªn nadie quer¨ªa hacerse cargo del partido. De Maiziere, un descendiente de hugonotes, cuyo hermano es un general del Ej¨¦rcito de la RFA, acept¨® finalmente, encabezar la reforma.En Bonn, para entonces, las fuerzas del canciller Kohl desconfiaban totalmente de sus hom¨®nimos en la RDA. Durante largo tiempo en la sede de la democracia cristiana en la capital federal dudaron por qui¨¦n apostar en las elecciones.

Despertar Democr¨¢tico (DA) se perfil¨® r¨¢pidamente como el mejor caballo. Ten¨ªa el pedigr¨ª democr¨¢tico de haber sido uno de los grupos involucrados en la revoluci¨®n que acab¨® con el viejo r¨¦gimen. Contaba con dos l¨ªderes, el pasto Reiner Eppelmann y el abogado Wolfgang Schnur, y el primerose hab¨ªa apuntado al plan de reunificaci¨®n del canciller Kohl.

Por su parte, la Uni¨®n Social Cristiana (CSU), los socios b¨¢varos de la democracia cristiana, decidieron por su cuenta y riesgo abrir el camino en las vecinas regiones de Sajonia y Turingia, donde la presencia de M¨²nich siempre se ha notado. Theo Walgel, el ministro de Hacienda y presidente de la CSU dio r¨¢pidamente el espaldarazo a la Uni¨®n Social Alemana (DSU), cuyo principal l¨ªder es un turbio pastor, cuyo pasado le traiciona llamado Hans Wilhem Ebeling.

Cuando las encuestas ya daban un amplio margen de ventaja a los socialdem¨®cratas, cuyos hermanos occidentales no ha b¨ªan dudado un solo instante en mostrarles su apoyo, el canciller segu¨ªa dudando y exig¨ªa a la CDU oriental que abandonara el Gobierno presidido por Modrow si quer¨ªa su apoyo.

Martin Kirchrier, un joven pastor protestante, ahora tambi¨¦n acusado de hacer confidencias a la Stasi sobre los grupos opositores que se amparaban en el paraguas eclesial, convoc¨® una conferencia de Prensa y anunci¨® la salida de la CDU del Gobierno de coalici¨®n. De Malzlere, sintiendo la cat¨¢strofe y resistiendo el empuje desbocado de Kohl, lo desminti¨® una hora despu¨¦s.

En Bonn, finalmente, cuando las elecciones casi se ca¨ªan encima, el canciller apareci¨® en p¨²blico presentando la coalici¨®n Alianza por Alemania, compuesta por la CDU, DA y DSU y con el abogado Wolfgang Schriur como el l¨ªder dispuesto a ocupar el puesto de primer ministro.