La lucha por la sucesi¨®n de Miterrand lleva al caos al congreso socialista franc¨¦s
El X Congreso del Partido Socialista franc¨¦s (PS) termin¨® ayer en Rennes en medio del esc¨¢ndalo de los delegados y sin haber adoptado un programa pol¨ªtico ni elegido la nueva direcci¨®n y el nuevo secretario general del partido. Despu¨¦s de tres d¨ªas de agrios debates con la televisi¨®n por testigo y de interminables negociaciones de pasillo, los dirigentes de la corriente mayoritaria del PS, la mitterrandiana, no pudieron superar sus diferencias, que m¨¢s que en la l¨ªnea ideol¨®gica o de programa de Gobierno se centran en las ambiciones personales para convertirse en el delfin del presidente de la Rep¨²blica.
Es la primera vez desde el congreso de Epinay de 197 1, que signific¨® la toma de control del movimiento socialista franc¨¦s por Fran?ois Mitterrand, que un c¨®nclave general del PS se disuelve sin haber dado a luz una mayor¨ªa y un programa pol¨ªtico. El abatimiento de todos los delegados y l¨¢grimas amargas en cientos de ellos reflejaron ayer la grave crisis interna de la primera formaci¨®n pol¨ªtica de Francia y uno de los principales faros de la socialdemocracia mundial."Estamos divididos, y comparto con todos vosotros una profunda tristeza", dijo a los delegados Henri Emmanuelli, hasta ahora n¨²mero dos del aparato del partido y miembro de la subtendencia mitterrandiana de Pierre Mauroy y Lionel Jospin. Emmanuelli acus¨® del fracaso al cabeza de la otra principal camarilla de los hijos de Mitterrand, el ex primer ministro y actual presidente de la Asamblea Nacional, Laurent Fabius. "Aqu¨ª", dijo, "no ha habido verdadero debate pol¨ªtico, s¨®lo expresi¨®n de ambiciones personales".
El diputado y alcalde de Nantes Jean-Marc Ayrault clam¨®: "Ha sido una verg¨¹enza. No hemos discutido propuestas contra la ascensi¨®n del racismo y la extrema derecha, el mantenimiento del paro y las desigualdades y los acontecimientos en Europa. Se ha librado una lucha por el poder, que recuerda las convenciones de los partidos norteamericanos.
En busca de un arreglo
Ma?ana, los l¨ªderes del PS se reunir¨¢n a puerta cerrada en Par¨ªs para intentar encontrar una salida a la crisis. El mi¨¦rcoles deber¨¢n designar la nueva direcci¨®n y el nuevo secretario general. Pero, como se?al¨® el alcalde de Nantes, todo el mundo sabe que en los pr¨®ximos d¨ªas "s¨®lo se va a buscar un apa?o, una soluci¨®n transitoria para asegurar la gobernabilidad del partido".
Laurent Fabius dio la cara. Hab¨ªa sido el gran protagonista al enfrentarse a la hasta ahora c¨²pula dirigente del partido, basada en la alianza Mauroy-Jospin. En las asambleas locales y regionales previas, la moci¨®n de Fabius hab¨ªa obtenido el mismo n¨²mero de mandatos que la de Mauroy-Jospin, en torno al 28%, y el hijo predilecto de Mitterrand no hab¨ªa ocultado su intenci¨®n de destronar a sus hermanos.
"Sigo creyendo en el mitterrandismo, y pienso que nadie tiene el derecho a liquidarlo", afirm¨® Fabius. El presidente de la Asamblea Nacional hab¨ªa necesitado cinco minutos para comenzar su intervenci¨®n ante la bronca de los delegados."Lo que ha pasado aqu¨ª esto d¨ªas", dijo, "prueba la justeza de mi tesis de la necesaria renovaci¨®n del partido". Las palabras de Fabius s¨®lo encontraron unanimidad en las numerosas ocasiones en que cit¨® a Mitterrand.
El estallido de la corriente mitterrandiana debe tener consecuencias en el Gobierno, ocho de cuyos ministros apoyan a Laurent Fabius frente a Mauroy y Jospin. A falta de saber cu¨¢les, en Rennes imperaba ayer la sensaci¨®n expresada por un pr¨®ximo del ministro de Defensa, Jean Pierre Ch¨¦v¨¦nement: "Este congreso ha arrojado un incalculable descr¨¦dito sobre nuestro partido. ?sta es una casa en plena des composici¨®n".
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