El FBI abre una investigaci¨®n en varios pa¨ªses tras el robo de cuadros en Boston

El Bur¨® Federal de Investigaci¨®n norteamericano (FBI) no posee datos precisos, ni tan siquiera aproximados, de qui¨¦n pudo perpetrar el robo registrado el pasado domingo en el Isabella Stewart Gardner Museum de Boston (Massachusetts). Varios ladrones vestidos de polic¨ªas entraron en el museo y robaron 11 pinturas. El valor de los ¨®leos, entre los que se incluyen obras de Rembrandt, Degas, Manet y Vermeer, alcanza aproximadamente los 100 millones de d¨®lares (10.900 millones de pesetas). El museo s¨®lo estaba protegido por dos guardianes y un sistema de alarma que no funcion¨®.

El robo de Boston ha sido considerado en EE UU como "el peor de cuantos se han registrado jam¨¢s en este pa¨ªs". El mercado norteamericano del arte est¨¢ desde el pasado domingo en estado de alerta. El FBI ha iniciado una investigaci¨®n sin precedentes, "que no s¨®lo se realiza en EE UU, sino que se extiende a otros pa¨ªses", seg¨²n han explicado sus resporisables. Mientras tanto, las preguntas sobre las medidas de seguridad del museo han comenzado a aflorar. Las respuestas intentan justificar el robo por la pericia y la preparaci¨®n de los asaltantes.Constance Lowenthal, director ejecutivo de la International Foundation for Art Research, con sede en Nueva York, ha calificado el robo de Boston como la sustracci¨®n de obras maestras m¨¢s grave que se ha registrado en EE UU".

El FBI ha calificado el robo como un trabajo de "profesionales". Paul Cavanagh, el responsable de la agencia de investigaci¨®n en Boston, reconoci¨® ayer que "el robo no se descubri¨® hasta transcurridas varias horas", y coment¨® que todas las medidas de seguridad del museo "fallaron o no sirvieron de mucho".

Seg¨²n el relato de Cavanagh, los ladrones penetraron en el museo sobre la una de la madrugada del domingo al conseguir convencer a los guardas del museo de que eran polic¨ªas. Cuando lo lograron, los redujeron y los amordazaron con esparadrapo. Los empleados del museo no sufrieron heridas. Seg¨²n Canavagh, "se trata de uno de esos golpes perfectamente calculados y en los que los ladrones poseen toda la informaci¨®n precisa para ejecutar el robo sin percances".

El Isabella Stewart Gardner Museum es un edificio de cuatro pisos, rodeado por un gran jard¨ªn y situado junto al Muscum of Fine Arts. Isabella Stewart vivi¨® en la cuarta planta de la mansi¨®n hasta su muerte en 1924, cuando contaba 85 a?os, pero el museo se inaugur¨® en 1903. Isabella Stewart era la viuda de John Lowell Gardner, el rico heredero de un comerciante de Boston que hizo su fortuna en las Indias Occidentales.

290 pinturas

La colecci¨®n del museo estaba compuesta por 290 pinturas, 280 piezas de escultura y toda clase de pieza religiosas, textiles, muebles, cer¨¢micas, documentos y libros de las m¨¢s importantes figuras pol¨ªticas y literarias norteamericanas.

Carey Cronin, un portavoz del museo, declar¨® ayer que las piezas sustra¨ªdas formaban parte de la colecci¨®n permanente del museo. Cronin confirm¨® que el museo contaba con dos guardias y un sistema de seguridad electr¨®nico.

Las 11 piezas sustra¨ªdas son El concierto de Jan Vermeer; Una mujer y un caballero en negro, Tormenta en el mar de Galilea y un autorretrato de Rembrandt; Paisaje con un obelisco, de Govaert Flinck, un pintor holand¨¦s del siglo XVII; La sortie du pesage, Tres jinetes, Cortege aux environs de Florence, Programa para una tarde art¨ªstica otro trabajo incompleto de Edgar Degas; Chez Tortoni, de Edouard Manet, y un bronce chino fechado entre 1200 y 1100 antes de Cristo.

El cuadro m¨¢s valioso es, seg¨²n los especialistas, Tormenta en el mar de Galilea, aunque el de Vermeer tambi¨¦n tienen gran importancia.