La muerte del general C¨¢ceres complica la situaci¨®n del Ej¨¦rcito en Argentina

El jefe del Ej¨¦rcito argentino, general Isidro C¨¢ceres, muri¨® ayer tras una agon¨ªa de una semana. La desaparici¨®n del alto oficial, quien logr¨® atenuar parte de los enfrentamientos internos en el Ej¨¦rcito, complica la situaci¨®n de esta fuerza.C¨¢ceres fue designado por el presidente Carlos Menem -quien enfrenta ahora una crisis interna de su propio partido- tras su toma de posesi¨®n el ocho de julio pasado. La muerte del alto oficial se produce cuando el Ej¨¦rcito argentino no ha digerido a¨²n los alzamientos militares del ex teniente coronel Aldo Rico y el coronel Mohamed Al¨ª Seineld¨ªn en 1987 y 1988 respectivamente.

Ayer, miles de empleados de la Administraci¨®n p¨²blica, mayoritariamente peronista, se manifestaban en Buenos Aires y en las principales capitales de todo el pa¨ªs y Menem exig¨ªa a los diputados y dirigentes de su partido una adhesi¨®n sin cr¨ªticas a la reforma del Estado. Las contradicciones ideol¨®gicas del peronismo, tantas veces insinuadas y nunca resueltas desde su origen como movimiento nacional en la d¨¦cada de los cuarenta, quedaron ayer definitivamente disueltas en la fractura entre los trabajadores del Estado -parte de la columna vertebral del movimiento- y el Gobierno de Menem.

El grupo de legisladores disidentes, que encabezan ocho diputados de la corriente renovadora, abandon¨® la reuni¨®n en la Casa Rosada, sede del Gobierno y se sum¨® a los manifestantes, que cantaban dur¨ªsimas consignas contra Menem y su asesor personal, ?lvaro Alsogaray, l¨ªder de la derecha y autor intelectual del plan econ¨®mico. "Ay, ay, ay, que se muera Alsogaray", proclamaban los trabajadores de la empresa nacional de Tel¨¦fonos, los de Aerol¨ªneas Argentinas, los ferroviarios, los maestros y decenas de miles de empleados de empresas y organismos del Estado. Las columnas de los 22 gremios convocantes tardaron m¨¢s de dos horas en recorrer unas 10 calles hasta el edificio del Parlamento, donde habl¨® Sa¨²l Ubaldini, secretario general del sector m¨¢s combativo de los dos en que est¨¢ dividida la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT).

"Sa¨²l, escucha, queremos plan de lucha", reclamaba la multitud, que insultaba al presidente y al profesor ?lvaro Alsogaray, considerado un enemigo hist¨®rico del peronismo. Las consignas eran particularmente despiadadas contra ellos y Mar¨ªa Julia Alsogaray, la hija de ?lvaro, interventora en la compa?¨ªa estatal de Tel¨¦fonos, y encargada de la venta de la compa?¨ªa a inversores privados.