Palabra de Aomar

Aomar Dud¨², el que fue l¨ªder de los musulmanes melillenses, ha declarado telef¨®nicamente a este peri¨®dico: "Yo nunca me he ido de Melilla. Sigo siendo el presidente de las comunidades musulmanas de Ceuta y Melilla". Dud¨², en paradero desconocido desde hace tres a?os, se encuentra vigilado estrechamente en Rabat por las autoridades marroqu¨ªes, que lo utilizar¨¢n en el momento oportuno, seg¨²n narran algunos de sus antiguos colaboradores. La actitud del ex dirigente musulm¨¢n hacia los dos enviados especiales de EL PA?S no contribuy¨® precisamente a disipar estas sospechas. Dud¨² accedi¨® telef¨®nicamente a ser entrevistado en persona, tras unas largas gestiones para localizarle; pidi¨® un cuestionarlo previo; y, tras conocerlo, desapareci¨® de nuevo. Apenas pudo pronunciar antes unas breves declaraciones al otro lado del auricular.Aomar Mohamedi Dud¨² se erigi¨® en l¨ªder indiscutido de los musulmanes melillenses en 1985, tras conocerse el proyecto del entonces ministro del Interior, Jos¨¦ Barrionuevo, de aplicar la ley de extranjer¨ªa a un colectivo de 17.000 personas nacidas y criadas en su mayor¨ªa en territorio espa?ol. Su lucha le llev¨® a convertirse en 1986 en asesor del ministro, para controlar desde Madrid el cumplimiento de las promesas hechas a los musulmanes. El ritmo de esas mejoras no le satisfizo, dimiti¨® de su cargo y, sorprendentemente, pas¨® a defender que Melilla es marroqu¨ª. Esto provoc¨® una brecha en el colectivo musulm¨¢n, los dem¨¢s dirigentes le abandonaron y ¨¦l se exili¨® en Marruecos porque se sent¨ªa amenazado. Desde agosto de 1987 estaba ilocalizable.

Distendido

Tras diversas gestiones entre los musulmanes melillenses, este peri¨®dico convers¨® con Dud¨² el pasado mi¨¦rcoles, despu¨¦s de haber marcado un n¨²mero de tel¨¦fono de Rabat. El antiguo l¨ªder se mostr¨® distendido, record¨® que sigue siendo el presidente del colectivo musulm¨¢n de las dos ciudades y coment¨® que est¨¢ escribiendo un libro "sobre la historia de Espa?a y Marruecos". "Siempre se ha escrito la historia desde Espa?a con muchos prejuicios hacia Marruecos", dijo, "y yo quiero introducir otra perspectiva". Preguntado sobre el trabajo que desarrolla actualmente en Rabat, Dud¨² respondi¨® que est¨¢ recopilando documentos y datos para ese libro, y solicit¨® el env¨ªo de las fotograf¨ªas de Pablo Juli¨¢ publicadas en EL PA?S con motivo de los incidentes callejeros registrados en Melilla hace tres a?os.

Ante las preguntas que se le planteaban, Dud¨² cort¨® explicando que prefer¨ªa una conversaci¨®n personal. Tras la indicaci¨®n de que la entrevista pod¨ªa producirse al d¨ªa siguiente en Rabat, Dud¨² se mostr¨® de acuerdo, pero pidi¨® un cuestionarlo previo. La lectura de las preguntas, realizada telef¨®nicamente el jueves conforme a lo convenido, fue interrumpida algunas veces por Dud¨². "?C¨®mo se encuentra en Marruecos? ?Cu¨¢les son sus medios de vida?". El ex l¨ªder indicaba: "Yo cre¨ªa que se trataba de preguntas pol¨ªticas, no de unas cuestiones que son de patio de vecindad". No obstante, fue anotando: "?Qu¨¦ opina de que la mayor¨ªa de los musulmanes de Melilla tenga ya la nacionalidad espa?ola? ?C¨®mo podr¨ªa demostrar su representatividad?".

Partido de f¨²tbol

As¨ª hasta 14 interrogantes. Cuando fue le¨ªda la correspondiente a su posible regreso a Melilla, Dud¨² interrumpi¨®: "Yo nunca me he ido de Melilla". Finalmente, ri¨® con la ¨²ltima pregunta: "En un partido de f¨²tbol de Espa?a contra Marruecos, ?A qui¨¦n apoyar¨ªa usted?".

La cita para que respondiera a estas cuestiones qued¨® establecida finalmente para la ma?ana de ayer en Rabat, tras negarse Dud¨² a que se produjera en la noche del jueves. Dud¨² se neg¨® tambi¨¦n a establecer un lugar de encuentro, y prefiri¨® un nuevo contacto telef¨®nico ya en la capital marroqu¨ª. Pero tanto durante la noche del jueves como durante toda la jornada del viernes el tel¨¦fono de Dud¨² daba l¨ªnea ocupada o, cuando no comunicaba, nadie cog¨ªa el auricular. Tampoco ¨¦l telefone¨® al hotel que se le hab¨ªa dado como referencia.

Los periodistas se quedaron sin hablar con Dud¨². Y tambi¨¦n sin saber ad¨®nde podr¨ªan enviarle sus hist¨®ricas fotograf¨ªas.