Una apuesta por la igualdad
Con el tr¨¢mite parlamentario habr¨¢ concluido, entonces., la primera parte de un proceso que se inici¨® en diciembre de 1989, cuando el presidente de la Comunidad de Madrid y los secretarios generales de UGT y CC OO de Madrid rubricaban un acuerdo que, tomando como punto de encuentro la propuesta sindical prioritaria, conten¨ªa compromisos de gran calado para la sociedad madrile?a. Vivienda, transporte, salud., integraci¨®n social, formaci¨®n y empleo compon¨ªan el nudo central de este acuerdo.El acuerdo presupuestario alcanzado posteriormente con Izquierda Unida daba cuerpo a un proyecto de presupuestos que, aprobado por el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid y remitido a la Asamblea, incorporaba a sus l¨ªneas de actuaci¨®n un alto contenido social a la vez que un esfuerzo inversor considerable. Una vez rechazada la enmienda a la totalidad que present¨® el Partido Popular, el proyecto ha ido enriqueci¨¦ndose por las aportaciones que ha recibido desde todos aquellos grupos que se reclaman cercanos al progresismo. El presupuesto del que se dotar¨¢ a la Administraci¨®n auton¨®mica alcanza la nada desde?able cifra de 378.000 millones de pesetas, de los que 151.000 millones, es decir, alrededor del 40%, se destinar¨¢n a inversiones.
El incremento presupuestario con respecto al a?o pasado es del 29%, y ello ha sido posible gracias a la incorporaci¨®n del rendimiento de los impuestos de sucesiones y transmisiones patrimoniales a los ingresos auton¨®micos, cuando hasta ahora ten¨ªan su destino en los del Estado. Una condici¨®n necesaria para empezar a situar a la Comunidad de Madrid, desde el punto de vista de sus recursos financieros, a un nivel cada vez m¨¢s homologable con el resto de comunidades aut¨®nomas de r¨¦gimen com¨²n.
Pero tras la robustez de las cifras hay, como es l¨®gico, unos objetivos. Teniendo en cuenta la propia g¨¦nesis consensual que ha guiado la elaboraci¨®n de la ley presupuestaria, en ella se recogen las necesidades detectadas y las inquietudes mostradas por un ampl¨ªsimo sector de las entidades m¨¢s progresistas que configuran el entramado social y pol¨ªtico de la Comunidad de Madrid, y que, como es obvio, han convergido en arbitrar medidas que tiendan a quebrar los estrangulamientos que dificultan un desarrollo igualitario de la regi¨®n. Porque si bien puede decirse que la Comunidad de Madrid atraviesa un per¨ªodo de prosperidad y dinamismo, no es menos cierto que las contradicciones del crecimiento se manifiestan tambi¨¦n favoreciendo salidas espont¨¢neas, que tienden a acelerar m¨¢s los desequilibrios y ante los que los poderes p¨²blicos no pueden permanecer como meros testigos.
As¨ª, los mayores esfuerzos presupuestarios van dirigidos a mejorar el sistema de transportes y comunicaciones, a la creaci¨®n de vivienda y suelo p¨²blico, a potenciar las actividades terciarlas e industriales, a mejorar y extender la red sanitaria y los centros de atenci¨®n a ancianos.
Igualmente, el Plan Sur, el Plan de Empleo, programas de apoyo a municipios mayores de 15.000 habitantes, creaci¨®n de un instituto de formaci¨®n, programas de investigaci¨®n y bibliotecas, equipamientos deportivos, Plan para la Igualdad de la Mujer y la implantaci¨®n del Ingreso M¨ªnimo de Integraci¨®n, constituyen los dem¨¢s ejes centrales de actuaci¨®n.
Tercer eje
Todos estos planes y programas de trabajo, adem¨¢s de perseguir una mejora concreta de calidad de vida de los madrile?os, pretenden lograr que Madrid siga siendo uno de los tres ejes que vertebran el desarrollo regional de Espa?a, junto con el eje del Ebro y el del Mediterr¨¢neo. Es preciso que de aqu¨ª a 1993 hagamos todo el esfuerzo de que seamos capaces, para que la plena integraci¨®n de Espa?a en el espacio econ¨®mico europeo no sit¨²e a las regiones espa?olas en una posici¨®n dependiente.
En el caso de Madrid, se est¨¢ en condiciones de mantener un crecimiento autosostenido, apoyado sobre las s¨®lidas bases construidas hasta ahora. No obstante, del acierto con que se repartan los beneficios y las cargas de este crecimiento depender¨¢ que el desarrollo social resultante camine por la senda de la igualdad o la desigualdad. Los que hemos trabajado para alumbrar los presupuestos generales de la Comunidad de Madrid para este a?o apostamos decididamente por la igualdad.
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