Vitorio Gassman escribe sobre su neurosis
'Memorie del sottoscala' muestra la compleja personalidad del actor italiano por excelencia
Vittorio Gassman, el actor italiano por excelencia, ha publicado un nuevo libro, Memorie del sottoscala, del que resultar¨ªa dif¨ªcil precisar si se trata de una novela o de una nueva e imposible biograf¨ªia. Con esta narraci¨®n, el int¨¦rprete de La gran guerra y Rufuf¨² pretende que los lectores le acompa?en en un recorrido por su neurosis, por sus fantasmas interiores, y no se sabe si cuenta, o trata de enga?arnos en el intento, su verdadera historia.
Porque de Gassman, considerado el menos italiano de los italianos, suele decirse que es complejo y poli¨¦drico como la vida misma, es decir, a veces displicente y angustiosa y a veces encantadora, en algunos momentos grandiosa y sublime y en ocasiones reductiva, o bien exaltadora y humillante al mismo tiempo.Lo que Gassman no es nunca es banal o aburrido, ni siquiera cuando, como en esta novela-no novela, nos hace descender los pelda?os de su personalidad hasta penetrar en el subsuelo de su neurosis. Como Fellini, el rey del celuloide, Gassman, el rey de la escena, anda por arriba de sus 70 a?os preocupado por la vejez y por la muerte, como se deduce del cap¨ªtulo 22, Anabasis y Catabasi, donde el protagonista habla de su testamento, de los cuadros de autor que deben ser quemados, y cuando escribe: "No me siento bien, tengo que curarme, no distingo ya el d¨ªa de la noche. Quiero curarme, pero si no es posible acepto que me ha llegado mi hora".
Exorcismos
Para exorcizar su pasado, Fellini suele decir que todo lo que ha contado de su vida es falso, inventado; m¨¢s a¨²n, que ¨¦l mismo es toda una invenci¨®n, porque, dice, "quiz¨¢ ni ha existido nunca Fellini". Y Gassman, en la introducci¨®n de su nueva obra, saliendo al paso de los que podr¨ªan considerarla como una proyecci¨®n de su vida (el protagonista se llama Vincenzo, escrito muchas veces s¨®lo con la V, como Vittorio, su nombre de pila, tiene como ¨¦l cuatro hijos y desempe?a su misma profesi¨®n), se adelanta escribiendo: "?Saben por qu¨¦ no he escrito un libro autobiogr¨¢fico? Porque una autobiografia es imposible. Nosotros contamos s¨®lo flecos de memorias, que s¨®lo en apariencia se acercan a alg¨²n aspecto de nuestra vida; despu¨¦s los mezelamos con libres asociaciones mentales, y ya en aquel instante la ficci¨®n prevalece sobre todo y todo lo despersonaliza".Y a?ade: "Vincenzo [el protagonista] es para m¨ª un desconocido, no quiero tener nada que ver con ¨¦l; dejadlo a su destino". Con estas palabras Gassman revela ya en la primera p¨¢gina una operaci¨®n psicoanal¨ªtica con la cual lo que pretende es liberarse de la parte de personalidad que le pesa y le atormenta.
Y en su novela-biograf¨ªa Gassman juega como un ni?o con su ordenador. Mezcla prosa con poes¨ªa y a?ade trozos de obras teatrales con di¨¢logos y escenograf¨ªa. O bien, tras haber escrito una escena de teatro, la tacha con una l¨ªnea gr¨¢fica que escribe: "No, esto no. O me opongo a que se publique el libro. Todo tiene un l¨ªmite".
Hay hasta dos dibujos, hechos por su hijo Alessandro. Representan a Gassman vestido de indio, que lanza una flecha de su arco mientras dice: "La palabra es como una flecha; s¨ªguela y te encontrar¨¢s a ti mismo". Y en el segundo la flecha sale disparada. Sobre ella va pegada la cabeza de Gassman, que se cruza en el camino con su cuerpo desnudo. Un cartel dice: "Ha sido duro; por fin me he encontrado".
Tormento interior
La novela, dividida en 23 cap¨ªtulos, con t¨ªtulo como el de una biografia, acaba con un proscriptum titulado VaV, es decir, Vincenzo a Vittorio, y algunas frases son significativas del tormento y del trabajo interior de este gran actor itallano del que la joven librera de ojos grandes que le vendi¨® la obra a este corresponsal dec¨ªa: "Yo he delirado siempre por ¨¦l. Me gusta a¨²n ahora que ya no es joven. Tiene carisma. Es orgulloso. Sabe que es un genio y lo hace a veces pesar, pero por lo menos lo es de verdad: es casi divino".?l, Gassman, exclama al final de su obra como dirigi¨¦ndose a su propia conciencia: "Venga, prueba por lo menos una vez a sonre¨ªr a un desconocido. (...) No seas el juez-payaso de ti mismo. (...) No es posible que no exista en lo hondo de la bodega de tu alma un m¨®dico don. (...) Tira los amuletos. (...) Lee lo que has escrito y despu¨¦s olv¨ªdalo para siempre. ( ... ) Grita a una platea finalmente vac¨ªa. Recita para los desconocidos, para las ausencias encantadoras. Escribe. S¨ª, escribe un libro, pero no ¨¦ste. Otro".
?Cual ser¨¢ el verdadero Vittorio Gassman? Posiblemente todos los que ¨¦l describe y ninguno.
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