El d¨ªa libre del rey Balduino

La abdicaci¨®n del rey belga, Balduino I, puede haber sido un acto de autosacrificio por parte de un rey que ha elegido anteponer su conciencia a sus obligaciones reales. Su esperada restauraci¨®n por el Parlamento un d¨ªa despu¨¦s no tiene, sin embargo, precedentes. Tambi¨¦n provocar¨¢ confusiones constitucionales: nada bueno para las monarqu¨ªas. Renunciar al trono en favor de un heredero se ha demostrado a menudo como una pol¨ªtica prudente de monarcas constitucionales. (...) Pero un trono, que impone un respeto nacional e internacional, no es un puesto como otro cualquiera, del que se pueda dimitir y volver a asumir al antojo de otros ¨®rganos de la Constituci¨®n. Una monarqu¨ªa moderna depende de su flexibilidad ante los vientos de la democracia y no puede resquebrajarse ante ellos. Las partes dignas de la Constituci¨®n no pueden mantener esta dignidad si su subordinaci¨®n a las partes, eficientes es tan destructiva como se ha demostrado. (...) La causa del conflicto belga era una ley sobre el aborto: un tema que ata?¨ªa al m¨¢ximo a las convicciones morales y religiosas del rey. (...)Sin embargo, es concebible que un rrionarca que mantiene sus princi,pios apasionadamente (...) se eiricuentre teniendo que sancionar una ley contra la que se rebele su conciencia. En tal caso, una regencia temporal, como la del reinado de Jorge III, puede ser una posibilidad te¨®rica (...)

5 de abril