Los espa?oles perdieron en 1989 m¨¢s de medio bill¨®n de pesetas en el juego privado
Los espa?oles perdieron el a?o pasado en los juegos de azar del sector privado (tragaperras, bingo y casinos) un total de 563.396 millones de pesetas, lo que supone un incremento del 14,6% sobre las p¨¦rdidas de 1988, seg¨²n el avance de datos que sobre el juego privado ha elaborado la Comisi¨®n Nacional del Juego. La Administraci¨®n aumentar¨¢ los impuestos sobre las m¨¢quinas tragaperras, cuyo sector "procupa" a las autoridades al ser usuarios principales de este tipo de juego personas de extracci¨®n social baja. Espa?a es el segundo pa¨ªs que m¨¢s dinero deja en el juego, despu¨¦s de Filipinas.
Las m¨¢quinas tragaperras, con 347.750 millones de pesetas, ganaron m¨¢s dinero el a?o pasado que la Loter¨ªa Nacional, la Primitiva, la Bonoloto, las quinielas, la quiniela h¨ªpica, el cup¨®n de la ONCE y los casinos juntos.Esos casi 348.000 millones de pesetas son los ingresos de la empresas del sector y al mismo tiempo las cantidades perdidas por los jugadores, ya que se considera que el dinero que las m¨¢quinas devuelven en peque?os premios los jugadores los reinvierten en el juego.
La otra parte importante de juego privado fueron los bingos Los ciudadanos perdieron m¨¢s de 171.000 millones de pesetas en las 615 salas de este tipo de juego distribuidas por todo el territorio nacional. Esto supone un aumento del 11,3% sobre las cifras del a?o anterior.
Los ingresos de las empresa fueron de 57.000 millones de pesetas, con 1 un ingreso medio por sala de bingo del orden de 94 millones de pesetas.
La comunidad aut¨®noma que m¨¢s jug¨® al bingo, con diferencia, fue Madrid, que con 95 salas vendi¨® cartones por importe de 128.000 millones, seguida de la Comunidad Valencina, con 104 salas y 81.000 millones, y Catalu?a, con 92 salas y 75.000 millones de pesetas en cartones vendidos.
El director de la Comisi¨®n Nacional del Juego, Santiago Mendioroz, ha explicado que la p¨¦rdidas de los jugadores no se corresponden con los cartones vendidos, sino con los ingresos de las empresas y la tasa por juego; ya que gran parte de los premios, l¨ªneas o bingos, se reinvierten en la compra de nuevos cartones.
Ingentes p¨¦rdidas
Las p¨¦rdidas de los jugadores en los 22 casinos que existen en Espa?a fueron de 44.078 millones de pesetas, de los que 28.666 lo fueron en los juegos tradicionales de estos establecimientos.
El resto se obtuvo en m¨¢quinas de azar, propinas y las entradas. La Administraci¨®n est¨¢ pre ocupada porque se ha compro bado que las ingentes p¨¦rdidas que se producen por los juegos de azar no se reparten uniforme mente entre toda la poblaci¨®n sino que los jugadores son un grupo reducido que sufre importantes p¨¦rdidas en su econom¨ªa.
Los casinos, seg¨²n las estimaciones, tienen una clientela fija de unas 120.000 personas, que realizan m¨¢s del 75% de las visitas, con un promedio de unas 25 visitas por persona y a?o, y se puede afirmar que apenas un 2,3% de sus ingresos proceden del turismo.
Seg¨²n una encuesta realizada por el Ministerio del Interior s¨®lo un 2,1% de la poblaci¨®n adulta acude a las salas de bingo Esta cifra est¨¢ estabilizada desde 1985 en unas 630.000 personas.
En las m¨¢quinas tragaperra se ha producido una dr¨¢stica re ducci¨®n del n¨²mero de jugadores. Si en 1985 los jugadores habituales eran algo m¨¢s de tres millones, en la actualidad son un colectivo de poco m¨¢s de un mill¨®n de personas. Como los ingresos han seguido aumentando, eso quiere decir que las p¨¦rdidas de estos jugadores se han disparado.
La Comisi¨®n Nacional del Juego est¨¢ preocupada porque los jugadores de bingo y sobre todo los de tragaperras son personas de extracci¨®n social humilde, en la que los ingresos estimados son de unas 90.000 pesetas al mes, que se dejan en este tipo de juegos alrededor del 30% de su salario, lo que les supone un grave quebranto econ¨®mico. M¨¢s que jugar por placer, el juego para ellos se convierte en una necesidad al intentar conseguir el premio m¨¢ximo, de 25.000 pesetas.
Santiago Mendioroz considera que los adictos a los casinos son personas de m¨¢s recursos econ¨®micos y su preocupaci¨®n es menor que por los adictos a las tragaperras y los bingos, por lo que ha decidido adoptar medidas tendentes a reducir el nivel de estos tipos de juego.
Por otro lado, Mendioroz considera que mientras la tasa de juego para las tragaperras se sit¨²e en el 12% de la recaudaci¨®n, se estar¨¢ primando este tipo de juego. Si a estas m¨¢quinas les fuera aplicado el IVA, su porcentaje, como art¨ªculo de lujo que son, ser¨ªa del 33%. Por ello, el director de la Comisi¨®n Nacional del Juego ha propuesto un aumento de los impuestos para las tragaperras. La tasa prevista ser¨¢ del 33%.
Una m¨¢quina cuesta 250.000 pesetas. Con todos los costes, el gasto del empresario es de 400.000 pesetas por m¨¢quina, mientras que obtiene un beneficio anual de unas 700.000.
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