Luces y sombras en la 'alerta ovni'

Un millar de personas se dio cita a partir de las ocho de la tarde del s¨¢bado en las inmediaciones de los castillos de San Jos¨¦ de Valderas en Alcorc¨®n, para presentar la aparici¨®n de alg¨²n ovni. La afluencia de curiosos obedec¨ªa a la convocatoria de la llamada alerta ovni, seg¨²n la cual el 7 de abril era el d¨ªa propicio para que se avistara este tipo de objetos sobre la vertical de esta localidad madrile?a.

La tarde, con un sol espl¨¦ndido, invitaba al paseo, y una gran cantidad de p¨²blico, compuesto de familias enteras grupos de amigos y expertos seudoexpertos en la materia, se concentr¨® en la zona de los castillos. Como la espera pod¨ªa ser larga -aunque algunos confiaban en que se cumpliera el horario de la anterior aparici¨®n, ocurrida el 1 de junio de 1967 a las 20.20-, algunas personas se llevaron la merienda-cena.Adem¨¢s de los vecinos de Alcorc¨®n y de las poblaciones cercanas asistieron personas llegadas desde Madrid y, seg¨²n se comentaba, incluso desde C¨¢ceres y Valencia. Para una mejor visi¨®n del esperado ovni acudieron pertrechados con binoculares, prism¨¢ticos y peque?os telescopios, y aquellos que quer¨ªan perpetuar el momento, con c¨¢maras fotogr¨¢ficas y de v¨ªdeo.

Para matar las horas de espera y el fr¨ªo, que seg¨²n iba cayendo la noche se hac¨ªa m¨¢s intenso, se encendieron fogatas y se formaron corrillos en los que cada uno contaba sus experiencias o sus teor¨ªas sobre el fen¨®meno de los ovni. "Nosotros venimos desde El Escorial, donde hoy hemos visto un fen¨®meno raro: c¨®mo el Sol giraba sobre s¨ª mismo y c¨®mo en el cielo hab¨ªa luces extra?as. Por eso estamos aqu¨ª".

Otros m¨¢s veteranos en este tipo de alertas dec¨ªan molestos: "Esto parece m¨¢s una fiesta que un lugar de encuentro".

Entre tertulias, alg¨²n bocado de tortilla, alguna que otra cerveza y falsas alarmas -cada vez que aparec¨ªa una luz en el cielo, prism¨¢ticos y telescopios eran dirigidos al objeto para comprobar que se trataba de simples aviones- fueron pasando las horas.

Sobre las 0.45 apareci¨® una luz fija que, por su posici¨®n, parec¨ªa estar sobre la sierra madrile?a. Toda la atenci¨®n se concentr¨® en aquel punto. Era una luz centelleante y daba la impresi¨®n de aproximarse y alejarse. "Tiene que ser eso", dec¨ªan unos. Otros afirmaban que la luz era la del repetidor de televisi¨®n de la Bola del Mundo. "Est¨¢ demasiado quieta. No se parece a lo que yo he visto en otra ocasi¨®n, que era una luz brillante que desaparec¨ªa r¨¢pidamente con una estela detr¨¢s", aseguraba otro.

Luego, algunos vieron cinco luces en forma de V de color ¨¢mbar, blanco azulado, verde. La expectaci¨®n lleg¨® al m¨¢ximo. Los asistentes se animaban entre s¨ª a desplazarse hasta la sierra para poder ver mejor el fen¨®meno. A pesar de todo, la noche desilusion¨® a quienes esperaban un aterrizaje junto al improvisado campamento. Sobre las dos de la madrugada, los asistentes, m¨¢s o menos convencidos, volvieron o sus casas