El sector guerrista impone a Chaves como candidato del PSOE para las elecciones andaluzas

El sector guerrista ha conseguido sacar adelante la candidatura del ministro de Trabajo, Manuel Chaves, como cabeza de lista del PSOE para las elecciones andaluzas, desplazando definitivamente al actual presidente de la Junta, Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla. La designaci¨®n de Chaves, que se har¨¢ oficial en la reuni¨®n que celebra hoy en Sevilla la ejecutiva regional del PSOE andaluz, abre el camino a una remodelaci¨®n del Gobierno, que, seg¨²n algunas fuentes de la Moncloa, no era deseada por Felipe Gonz¨¢lez y que podr¨¢ afectar a m¨¢s de una cartera ministerial.

La direcci¨®n del PSOE ha agotado hasta el ?ltimo momento para dirimir la batalla pol¨ªtica que enfrenta desde hace a?os en Andaluc¨ªa a borbollistas y guerristas. Este hecho, junto con el caso Juan Guerra, ha provocado que hasta ayer fuera una inc¨®gnita la nominaci¨®n de Manuel Chaves, actual ministro de Trabajo, como el candidato que encabezar¨¢ las listas socialistas en las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas de junio.La designaci¨®n de Chaves se interpreta dentro de la Ejecutiva Federal del PSOE como un golpe de autoridad de Alfonso Guerra, que estar¨ªa dirigido a demostrar que no se siente pol¨ªticamente debilitado por el esc¨¢ndalo provocado por las actividades mercantiles de su hermano Juan. No obstante, las mismas fuentes consideraron que la decisi¨®n entra?a un grave riesgo para los intereses de partido y para la posici¨®n del propio vicepresidente del Gobierno.

Recordaron, en este sentido, que, al margen de las querellas internas, el actual presidente de la Junta, Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla, es el candidato con mayor aceptaci¨®n popular entre los electores, como lo ratifican las encuestas que ha manejado el PSOE en el largo y enrevesado proceso de designaci¨®n llevado por los socialistas. Al mismo tiempo, se mostraron preocupados por los efectos que tendr¨ªan de cara a las elecciones municipales y auton¨®micas de 1991 unos resultados por debajo de las expectativas en Andaluc¨ªa, sumados al desgaste de imagen que ha supuesto el caso Juan Guerra y a la derrota sufrida en la repetici¨®n de las elecciones generales en Melilla.

Viaje rel¨¢mpago

Carlos Sanju¨¢n, secretario general de los socialistas andaluces, anunciar¨¢ esta tarde en Sevilla a su ejecutiva el nombre de Chaves, que el jueves se propondr¨¢ al comit¨¦ director del PSOE andaluz, donde poseen mayor¨ªa los hombres de Alfonso Guerra en la regi¨®n. Pese a que todo parec¨ªa indicar que hoy iba a ser el d¨ªa clave, un viaje rel¨¢mpago del presidente Rodr¨ªguez de la Borbolla ayer a Madrid aceler¨® los acontecimientos. Borbolla hab¨ªa sido convocado a una reuni¨®n secreta con a Carlos Sanju¨¢n y Txiqui Benegas, que se celebr¨® en un restaurante madrile?o, y a la que asisti¨® tambi¨¦n Guillermo Galeote.

En el encuentro, Carlos Sanju¨¢n le adelant¨® presumiblemente al presidente de la Junta la decisi¨®n que iba a tomar su partido hoy en Sevilla, con el firme compromiso de que quedara entre los cuatro. Ni en la sede madrile?a del PSOE ni en los cuarteles generales del partido en Sevilla, controlado por Sanju¨¢n, ni en la Junta se sab¨ªa nada a media tarde. Pese a ello, fuentes de absoluta solvencia confirmaron la designaci¨®n de Chaves.

La guerra entre Rodr¨ªguez de la Borbolla, que cumpli¨® ayer 42 a?os, y la ejecutiva liderada por Carlos Sanju¨¢n, que lo desposey¨® de la secretaria general del partido en Andaluc¨ªa hace poco m¨¢s de dos a?os, se hab¨ªa convertido en los ¨²ltimos tiempos en un pulso entre el propio Rodr¨ªguez de la Borbolla y Alfonso Guerra, que estuvo a punto de perder el control del partido en Andaluc¨ªa, y que mantiene diferencias viscerales con el actual presidente de la Junta sobre la forma de conducir el partido.

El V Congreso Regional del PSOE, celebrado hace dos a?os, consagr¨® la separaci¨®n de los cargos de secretario general del partido y del presidente de la Junta de Andaluc¨ªa. Durante estos dos a?os, Borbolla no se ha cansado de repetir que ese modelo de separaci¨®n ha funcionado y que, por tanto, no hay necesidad de cambiarlo. Frente a ello, destacados dirigentes socialistas adscritos al sector guerrista del socialismo andaluz, como Luis Y¨¢?ez o Ram¨®n Vargas-Machuca, han defendido un cambio en la presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa, argumentando que los cargos no son vitalicios.

El cambio de Borbolla como presidente de la Junta fue gestado ya en aquel momento y, si el presidente andaluz durante este per¨ªodo ha intentado demostrar que es compatible con una ejecutiva de distinta sensibilidad, la ejecutiva regional no se ha cansado de repetir lo contrario. La direcci¨®n socialista en Andaluc¨ªa sab¨ªa desde el principio la dificultad que entra?aba la sustituci¨®n de Borbolla y no contaban, sobre todo, con que el caso Juan Guerra salpicara de lleno a su principal recambio, Leocadio Mar¨ªn, ex delegado del Gobierno en Andaluc¨ªa. Durante el mandato de ¨¦ste, Juan Guerra utiliz¨® un despacho oficial en la sede de la Delegaci¨®n.