Varias comunidades autorizan ilegalmente la captura de p¨¢jaros

Millones de p¨¢jaros siguen siendo capturados y vendidos con total impunidad en Espa?a cada a?o, a pesar de que su caza est¨¢ prohibida tras la promulgaci¨®n del Real Decreto 1095/89, de 8 de septiembre, gracias al cual nuestro ordenamiento jur¨ªdico qued¨® sintonizado con las normativas legales europeas en vigor. Seg¨²n un informe que publica Quercus, revista especializada en la observaci¨®n, estudio y defensa de la naturaleza, en su n¨²mero de este mes de abril, el control que las autoridades ejercen sobre la captura y venta de aves silvestres vivas es pr¨¢cticamente nulo.

El estudio analiza la situaci¨®n de peligro que soportan en nuestro pa¨ªs los fring¨ªlidos, una familia de p¨¢jaros que cuenta aqu¨ª con 10 especies, algunas de las cuales, como los jilgueros y los verdecillos, son enjauladas por la belleza de su canto Los ¨²nicos datos disponibles en la Federaci¨®n Espa?ola de Caza, correspondientes a 1988, revelan que cerca de 250.000 personas se dedican sistem¨¢ticamente a la captura de estas aves en Espa?a. Esta actividad supone la caza de 62 millones de p¨¢jaros vivos cada temporada.Tras la incorporaci¨®n de Espa?a en la CE, el Gobierno suscribi¨®, adem¨¢s del referido real decreto, una serie de disposiciones sobre conservaci¨®n de aves silvestres que determinan las especies objeto de caza y pesca. Estas normas proh¨ªben la captura de fring¨ªlidos y, en general, la de aves peque?as.

La vigencia de tales iniciativas, que deber¨ªan haberse traducido en una fuerte disminuci¨®n de la caza de fring¨ªlidos y en un aumento en el control administrativo, resulta hasta la fecha inoperante, seg¨²n el informe de la revista Quercus. Las recientes ¨®rdenes de veda dictadas por las distintas comunidades aut¨®nomas apoyan esa afirmaci¨®n: tras dos a?os de veda, la Comunidad de Madrid concedi¨® licencias para la captura de unos 250.000 fring¨ªlidos vivos, en tanto que las de Catalu?a y el Pa¨ªs Valenciano permiten el uso de m¨¦todos ilegales de caza (liga y redes, por ejemplo), ampar¨¢ndose en criterios tradicionalistas.

Uno de los casos que emplea la Sociedad Espa?ola de Ornitolog¨ªa (SEO) para denunciar esta grave situaci¨®n es la venta, cada domingo, de cientos de p¨¢jaros en el Rastro de Madrid, a un precio que var¨ªa entre las 200 y las 2.500 pesetas.

Y en segundo lugar cita la aprehensi¨®n reciente en Holanda de una partida de 451 jilgueros, procedentes de Espa?a, que iban a ser vendidos a unas 5.000 pesetas la unidad. La polic¨ªa holandesa, por su parte, reconoce el incremento de aves protegidas que nutren clandestinamente el mercado internacional. Seg¨²n sus datos, en enero de 1989 pudieron entrar en el pa¨ªs unas 10.000 aves de origen espa?ol sin pasar por controles aduaneros.