Fueron mejores

Falt¨® un astro. La Indudable conjunci¨®n planetaria que se hab¨ªa dado y que ten¨ªa como consecuencia la presentaci¨®n en la final de la Copa de Europa con las m¨¢ximas garant¨ªas, no consigui¨® que la faena se redondease como merec¨ªa la ocasi¨®n. La Jugopl¨¢stica fue mejor y su ¨¦xito no admite ning¨²n pero.Hay que quitarse el sombrero con este equipo. Dominan todas las facetas del juego y su incuestionable calidad t¨¦cnica viene apoyada en una madurez sorprendente para la edad de sus jugadores. El a?o pasado llegaron a la chita callando y, antes de que se diesen cuenta sus adversarios, la Copa viajaba a Split. En esta ocasi¨®n su aparici¨®n fue por la puerta grande y s¨®lo el hecho de jugarse en Espa?a evitaba su condici¨®n de m¨¢ximos favoritos. Como se ha podido observar, este tema les ten¨ªa sin cuidado. Han dado una lecci¨®n de ¨®ptimo aprovechamiento de sus posibilidades sabiendo elegir las opciones m¨¢s interesantes en cada momento y al superar las diversas dificultades que se les fueron presentando. No les import¨® ver c¨®mo una de sus dos m¨¢ximas estrellas cargaba con tres faltas, a mediados del primer tiempo, en su intento de parar a un dominador Norris. Lograron sacar de su sitio al alma del Barcelona -Epi- y, cuando parec¨ªa que Norris se pod¨ªa hacer el amo y se?or del partido, su extraordinaria defensa acab¨® ahog¨¢ndole y dejando a los catalanes sin recursos ofensivos a la vista del mal d¨ªa de sus tiradores.

Es probable que supiesen que, de llegar al final del partido con el marcador igualado, la ya definida por Menotti urgencia hist¨®rica pesar¨ªa como una losa en las espaldas de los barcelonistas, como as¨ª result¨®. En el supremo instante en que el Bar?a logr¨® ponerse por delante en el marcador, m¨¢s por fruto de su raza que como consecuencia de un trabajo cerebral, supieron mantener la calma y confiar al poder resolutivo de Kukoc la decisi¨®n del partido.

El Bar?a no pudo. Visto el partido y sus n¨²meros, su triunfo hubiese ido en contra de uno de los axiomas que en opini¨®n de los expertos rigen en este deporte. Sin juego exterior ni fluidos contraataques, resulta dif¨ªcil ganar, sobre todo si se tiene enfrente a un equipo yugoslavo. Maniatado Epi y con problemas de faltas Soloz¨¢bal, los guarismos catalanes eran impulsados por un fort¨ªsimo Norris y la voluntad inquebrantable de Wood. Poco bagaje para aguantar 40 minutos. Consiguieron dar la vuelta a un partido ya ciertamente complicado con la presencia de dos bases en pista, pero el mazazo final no lleg¨® y el temido efecto psicol¨®gico que produce ver c¨®mo otra oportunidad se escapaba acab¨® definitivamente con su posibilidades.

Eran los dos mejores equipos del continente y lo han confirmado, pero la Copa s¨®lo tiene asas para ser levantada por uno, en esta ocasi¨®n por la Jugoplastica.