Walesa: "No he luchado 25 a?os para establecer una nueva dictadura"
El l¨ªder de Solidaridad dice que asumir¨ªa la presidencia de Polonia si lo pidiera la sociedad PIOTR ADAMSKI ENVIADO ESPECIAL, Gdansk
Lech Walesa asegura que no forzar¨¢ su candidatura a la presidencia de Polonia, pero que asumir¨¢ este cargo si lo desean los polacos, en la entrevista concedida a EL PA?S al d¨ªa siguiente de su reelecci¨®n como presidente de Solidaridad, el pasado s¨¢bado. Walesa sostiene que por el momento se dedicar¨¢ a poner en orden el sindicato y que en ning¨²n caso acceder¨ªa a que el totalitarismo comunista fuese sustituido por una nueva dictadura en la que, seg¨²n importantes sectores. de la sociedad polaca, podr¨ªa convertirse su presencia en el palacio presidencial de Varsovia. El congreso de Solidaridad pidi¨® ayer que las presidenciales- se celebren en la primavera de 1991.
Pregunta. Acaba de ser reelegido como presidente de Solidaridad. ?Qu¨¦ papel puede todav¨ªa desempe?ar esta organizaci¨®n una vez que est¨¢ abolido el sistema comunista en Polonia?
Respuesta. Solidaridad se comprometi¨® a realizar las reformas, y estas reformas ser¨¢n diferentes en funci¨®n del momento y de la propia f¨®rmula de Solidaridad. Uno puede preguntarse si las reformas polacas han llegado a buen t¨¦rmino y si no es necesario continuarlas. En mi opini¨®n, no es as¨ª y deberemos seguir apoyando a las reformas.
P. ?En los ¨²ltimos d¨ªas ha venido reclamando que el proceso de las reformas pol¨ªticas fuera acelerado. ?En qu¨¦ consistir¨ªa este aceleramiento? ?Cu¨¢ndo deber¨ªan celebrarse, seg¨²n usted, las elecciones parlamentarias y cu¨¢ndo las presidenciales?
R. Cuando hablo de la necesidad de acelerar las reformas digo que lo que hay que hacer es capturar a los ladrones, o sea, a la vieja nomenclatura comunista. No digo que sea necesario meter prisa a los legisladores. El derecho es lento porque debe ser bueno y exacto. Para explicar de lo que se trata le voy a dar el ejemplo de los astilleros en los que naci¨® Solidaridad hace 10 a?os. Los astilleros fueron cerrados, mientras la gente que contribuy¨® a eso, gente que nos hab¨ªa perseguido en tiempos de ilegalidad, los ex ejecutivos, son ahora miembros de sociedades extranjeras creadas en el terreno de los astilleros y ganan 18 veces m¨¢s que los obreros. Se r¨ªen de nosotros y dicen: yo he vivido y vivo bien, y vosotros hab¨¦is vivido mal y seguir¨¦is viviendo mal. Lo que quiero, entonces, es impedir que contin¨²e este saqueo de Polonia. No se puede violar la democracia, pero alguien debe tener unos poderes especiales para impedir tales situaciones.
En lo que concierne a las elecciones, su fecha debe ser todav¨ªa objeto de consultas. La gente nota todo aquello de lo que acabo de hablar y cree que las elecciones deber¨ªan adelantarse, pero yo no lo quiero plantear, pero tampoco puedo decir que mi opini¨®n sea diferente a la del pueblo. Por el momento, me dedicar¨¦ a poner en orden el sindicato.
El sindicato y la democracia
P. ?No cree que Solidaridad, al ser una amalgama de tendencias pol¨ªticas, est¨¢ frenando el desarrollo de la democracia en Polonia y la aparici¨®n de aut¨¦nticos partidos pol¨ªticos?
R. S¨ª, es verdad. Se pueden sacar tambi¨¦n conclusiones como ¨¦sta. Yo tambi¨¦n lo noto y me pregunto si no es as¨ª. Pero nadie tiene respuesta a esta pregunta porque nadie, hasta la fecha, ha intentado salir del comunismo. Algunos realmente creen que estamos frenando la democracia y otros opinan que actuamos con prudencia y sensatez, porque hay una importante fuerza social que vela por el desarrollo de la situaci¨®n e impide enfrentamientos violentos entre los partidos.
P. ?Cu¨¢l deber¨ªa ser la actitud de su sindicato ante el duro programa de reajuste econ¨®mico que realiza el Gobierno?
R. Deber¨ªa ser una posici¨®n eminentemente sindical. No son admisibles falsos compromisos. Debemos discutir con el Gobierno, pero hacerlo con sentido com¨²n, sin populismo.
P. ?Quiere decir con esto que podr¨¢ su sindicato recurrir a huelgas en alg¨²n momento?
R. Espero que no se produzcan situaciones en que esto sea necesario, pero no podemos privarnos, de antemano, de nuestros arsenales. Incluso durante el congreso hemos tenido aqu¨ª, en Gdansk una huelga de transportistas. ?sta es la mejor prueba del agotamiento de la sociedad. Yo he advertido en numerosas ocasiones que la sociedad est¨¢ cansada y que esto hay que tomarlo en cuenta a la hora de hacer pol¨ªtica desde el Gobierno y tambi¨¦n en nuestras actividades sindicales.
P. Sus relaciones con el Gobierno de Tadeusz Mazowiecki parecen estar cada vez m¨¢s tensas. ?Estar¨¢ resentido porque el primer ministro no apoya su campa?a a presidente de Polonia?
R. Estas relaciones est¨¢n tensas porque deben estarlo -entre un sindicato y un Gobierno que va aplicando duras reformas econ¨®micas. Creo que el primer ministro no comparte plenamente mis pareceres sobre algunas cuestiones, pero no hay problemas en los que no estuvi¨¦ramos de acuerdo sobre los principios. Considero que el rumbo de las reformas es bueno, pero tengo objeciones en lo que a su ritmo se refiere.
Lentitud de las reformas
P. ?No teme que un aceler¨®n pol¨ªtico pueda provocar una desestabilizaci¨®n de Polonia?
R. La desestabilizaci¨®n la provocan la lentitud de las reformas y esto lo testimonia el peligro de huelgas que ya he mencionado.
P. ?C¨®mo explica el marasmo pol¨ªtico, tan patente en Polonia, que se refleja en la falta de inter¨¦s social por los partidos y por la propia Solidaridad?
R. Esto se debe a que durante los pasados 40 a?os la sociedad perdi¨® la costumbre de actuar pol¨ªticamente, mientras ahora se preocupa m¨¢s de los problemas y dificultades de la vida cotidiana. La democracia no se puede edificar de la noche a la ma?ana.
P. ?No teme una oleada de populismo en Polonia?
R. S¨ª, la temo. Comparto, en este sentido, las preocupaciones del primer ministro. Para impedir el populismo debe realizarse una buena pol¨ªtica sindical y dejar de preocuparse por el hecho de que tengamos con el Gobierno las mismas ra¨ªces ideol¨®gicas. Nuestro rival sindical (OPZZ) desata estos sentimientos populistas.
Las tropas sovi¨¦ticas
P. Ha dicho que ser¨¢ presidente de Polonia si tal es la voluntad del pueblo. ?Lo desea el pueblo ya?
R. He dicho en numerosas ocasiones que no quiero ser presidente, pero si la sociedad se pronuncia a favor de esto, asumir¨¦ la responsabilidad. De todas formas, la Prensa hace demasiado alboroto en torno a este asunto. Por otro lado, s¨¦ que la sociedad se impacienta por eliminar las sociedades creadas ilegalmente por los ex comunistas y se pone nerviosa porque el frente del Ministerio del Interior y de Defensa permanezcan personas que representan al antiguo r¨¦gimen y porque las tropas sovi¨¦ticas siguen estacionadas en Polonia.
P. ?Sostiene su exigencia de hace tres, meses de que todav¨ªa este a?o las tropas sovi¨¦ticas se retiren de Polonia?
R. S¨ª.
P. ¨²ltimamente acusa usted al general Jaruzelski de no apoyar las reformas en grado suficiente y de ser demasiado pasivo como presidente de Polonia. ?Cree que Jaruzelski deber¨ªa dimitir?
R. No digo qui¨¦n ni cu¨¢ndo deber¨ªa dimitir. Lo que digo es que las reformas son demasiado lentas.
P. ?No cree que la falta de inter¨¦s por los partidos pol¨ªticos demuestra que Polonia tiende de una forma natural a una dictadura?
R. La dictadura ser¨ªa para Polonia un desastre. No he luchado durante los ¨²ltimos 25 a?os para establecer una nueva dictadura en este pa¨ªs.
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