El juez detiene a otro intermediario mientras los Revilla guardan silencio

Rafael Aguirre Zunzunegui, uno de los participantes en el pago del rescate del industrial Emiliano Revilla, qued¨® ayer detenido por un plazo m¨¢ximo de tres d¨ªas por orden del juez de la Audiencia Nacional, Carlos Bueren, tras acogerse a su derecho constitucional a guardar silencio y negarse a declarar en el denominado sumario de los intermediarios. La detenci¨®n de Aguirre, que anoche ingres¨® en la prisi¨®n madrile?a de Carabanchel, tiene como antecedentes el env¨ªo a prisi¨®n de otros dos intermediarios, Francisco Arrat¨ªbel y Francisco Elos¨²a.En una comparecencia anterior, verificada en diciembre de 1988, Rafael Aguirre reconoci¨® haber alquilado una furgoneta en la que la polic¨ªa francesa encontr¨® 725 millones de pesetas, correspondientes al primer intento del pago del rescate. Su actuaci¨®n se limit¨®, seg¨²n declar¨® entonces, a alquilar la furgoneta y dejarla estacionada en una calle de la localidad francesa de Bayona. Aguirre actu¨® por cuenta de Txomin Estrada e I?aki Aseguinolaza, quienes dirigieron en una primera fase las negociaciones y que ma?ana deber¨¢n prestar declaraci¨®n ante el juez.

El juez cit¨® adem¨¢s al intermediario Vicente Estrada, que compareci¨® a las ocho de la tarde. Al parecer, antes de resolver definitivamente la situaci¨®n de Aguirre el juez quer¨ªa interrogar a Estrada, que declar¨® hasta las once de la noche y, al igual que Aguirre, se acogi¨® a su derecho al silencio. A continuaci¨®n qued¨® en libertad.

El empresario Emiliano Revilla y su hijo Antonio tambi¨¦n comparecieron por la ma?ana ante el juez Bueren. Uno de los abogados intervinientes en las diligencias inform¨® que Emiliano Revilla dijo desconocer todo lo relativo al pago del rescate. Su hijo Antonio intent¨® favorecer a Rafael Aguirre indicando que su actuaci¨®n se limit¨® a una "simple colaboraci¨®n por amistad" y se neg¨® a contestar a m¨¢s detalles sobre las negociaciones, acogi¨¦ndose a su derecho a guardar silencio. Por la tarde, acompa?aron a Estrada ante el juez, pese a no haber sido citados, como gesto de apoyo moral a sus amigos. Seg¨²n fuentes pr¨®ximas al caso, el juez trata de establecer la l¨ªnea divisoria entre quienes negociaron por parte de la familia del empresario y quienes lo hicieron por parte de ETA.