Batalla cient¨ªfica ante el anuncio de un m¨¦todo para bloquear el virus del sida
La noticia de la modificaci¨®n de una peque?a porci¨®n de ADN (¨¢cido desoxirribonucleico, que compone el patrimonio gen¨¦tico humano) capaz de penetrar en las c¨¦lulas y bloquear el virus del sida dada su pureza, ha provocado ya una dimisi¨®n y una verdadera batalla cient¨ªfica entre los investigadores de la Universidad de Eindhoven.
El grupo de Qu¨ªmica Org¨¢nica de la Universidad de Eindhoven, donde se ha producido la lucha interna, y el de Virolog¨ªa de la Universidad de Amsterdam colaboraron en la consecuci¨®n del experimento cuyos resultados fueron publicados el pasado viernes d¨ªa 13 en la revista norteamericana Science.C. van Boeckel, catedr¨¢tico extraordinario de Qu¨ªmica, acaba de presentar una sonora renuncia aduciendo que su colega, el tambi¨¦n catedr¨¢tico H. Buck no ha podido purificar una porci¨®n de ADN porque ello resulta imposible. Van Boeckel, que no figura entre los firmantes del art¨ªculo de la revista Science, afirma en una carta remitida al rectorado de Eindhoven que el ADN es un material muy inestable y se contamina con facilidad. Seg¨²n ¨¦l, en una prueba in vitro como las realizadas por Buck no puede saberse si el bloqueo del virus del sida lo provoc¨® este material o cualquier otra reacci¨®n que escap¨® al cient¨ªfico.
Todas estas declaraciones no han sido hechas en p¨²blico por Van Boeckel que est¨¢ ilocalizable lo mismo que su colega Buck. Su portavoz ha sido su propio tutor, el catedr¨¢tico de Qu¨ªmica de Leiden J. van Boom.
La renuncia de Van Boeckel ha destapado tambi¨¦n el malestar reinante en su departamento de la Universidad de Eindhoven. A pesar de tratar a diario a Buck, Van Boeckel llevaba m¨¢s de un a?o criticando la falta de rigor cient¨ªfico de los trabajos de su colega. Tras mantener una larga relaci¨®n epistolar con el rectorado, ha decidido dimitir.
Van Boeckel es un joven catedr¨¢tico de 32 a?os que trabaja una vez a la semana en el departamento de Qu¨ªmica Org¨¢nica de Eindhoven y el resto en los laboratorios de la empresa farmac¨¦utica Organon. La misma ya ha negado que los contratos firmados con la universidad hayan influido en este conflicto, que tiene todos los visos de una batalla interna relacionada con una supuesta, falta de reconocimiento del trabajo de Van Boeckel.
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