Humberto Ortega: "Violeta Chamorro es sandinista"
El reci¨¦n confirmado jefe del Ej¨¦rcito nicarag¨¹ense asegura que el esp¨ªritu revolucionario es compatible con el nuevo Gobierno
La presidenta de Nicaragua, Violeta Chamorro, inici¨® su andadura al frente de un Estado destrozado por ocho a?os de guerra con la decisi¨®n m¨¢s conflictiva y la que parec¨ªa haberle dado m¨¢s seguridad de que contribuye a la paz: la confirmaci¨®n del general sandinista Humberto Ortega como jefe del Ej¨¦rcito. La reacci¨®n de los sectores cercanos ala ultraderecha, que tienen su representaci¨®n en el Gobierno a trav¨¦s del vicepresidente, Virgilio Godoy, no se hizo esperar: la Uni¨®n Nacional Opositora (UNO) se resquebraj¨® y los rebeldes amenazan con no entregar las armas. Pero Ortega asegura que quienes se oponen a su nombramiento est¨¢n pol¨ªtica y militarmente acabados.
L. M. L?PEZ / A. CA?O ENVIADOS ESPECIALES "Violeta Chamorro es sandinista", asegura el general Humberto Ortega, de 43 a?os, hermano del anterior presidente de Nicaragua, para explicar la peculiar cohabitaci¨®n entre el poder revolucionario vencido en las elecciones del 25 de febrero y el Gobierno de la nueva jefa de Estado, que asumi¨® el poder el pasado mi¨¦rcoles. Ortega rompe un largo silencio para explicar prolijamente a dos enviados especiales de EL PA?S, m¨¢s como pol¨ªtico y analista que como militar, la estrateg¨ªa seguida para acabar con la Contra y preservar las principales conquistas del antiguo regimen, pese a la derrota de ¨¦ste en las urnas. En su opini¨®n, la lealtad al sandinismo y al actual Gobierno son compatibles y, el repliegue actual del Ej¨¦rcito obedece a que hay que agotar los esfuerzos para que la Contra se desarme y se elimine al fantasma de la ouerra. De no ser as¨ª, estima, los rebeldes ser¨¢n aniquilados.
Humberto Ortega es consciente de que se ha convertido en el s¨ªmbolo de la nueva situaci¨®n, en el centro de todas las pol¨¦micas, en la clave para el sentido del futuro inmediato de su pa¨ªs. Se dice por Managua que Daniel es ahora el hermano de Humberto, despu¨¦s de 11 a?os en los que Humberto ha sido el hermano de Daniel.
Pregunta. ?Sigue siendo usted un revolucionario?
Respuesta. Nosotros los sandinistas somos revolucion arios. Hemos dedicado toda nuestra vida a ello, nos f¨®riarnos con la pr¨¢ctica. Al tomar posesi¨®n ahora el nuevo Gobierno, puedo se?alar que las bases de las ansias libertarlas y revolucionarias del pueblo nicarag¨¹ense desde el siglo pasado est¨¢n sentadas. Gracias a ello, fue posible este proceso de elecciones tan particular, tan novedoso y tan rico en experiencias.
P. El Ej¨¦rcito, que era sandinista el 24 de abril, ?dej¨® de serlo el 25?
R. ?se no es el problema, porque Violeta Chamorro es sandinista.
Patrimonio de la naci¨®n
P. ?Aunque no lo sepa...?
R. Ella ha se?alado que su marido, el asesinado Pedro Joaqu¨ªn Chamorro, ten¨ªa como elemento de mayor relevancia de su motivaci¨®n patri¨®tica a Sandino. La mayor¨ªa de los que apoyan a la Uni¨®n Nacional Opositora (UNO) son sandinistas. Sandino es un patrimonio de la naci¨®n. Ciertamente, Violeta Chamorro no es del Frente Sandinista. Eso es otra cosa.
P. ?Qu¨¦ opina de la paradoja consistente en que el actual Gobierno est¨¦ m¨¢s cerca del sandinismo que de un sector de la alianza que llev¨® a la presidencia a Violeta Chamorro?
R. Yo creo que en este momento hist¨®rico, los sectores m¨¢s progresistas est¨¢n cada d¨ªa m¨¢s cerca, vengan de Miami, del exilio, del sandinismo o de la UNO. Excluyendo a los extremistas, de derechas y de izquierdas, nos vamos encontrando en las posiciones m¨¢s razonables. Y somos la mayor¨ªa. No es que Do?a Violeta est¨¦ siendo sandinista, ni que los sandinistas est¨¦n siendo violetistas, sino que ambos convergen en aras de un inter¨¦s com¨²n por el bienestar de Nicaragua.
P. Usted se ha convertido para muchos en el culpable de que la Contra no se desarme y de que la UNO se haya roto.
R. La UNO es una coalici¨®n de partIldos que se cre¨® para presentar un candidato a la presidencia de la Rep¨²blica, y tiene contradicciones y rivalidades propias de la existencia de corrientes; pol¨ªticas muy dis¨ªmiles. Lo m¨¢s, f¨¢cil ha sido achacar los problemas al hecho de que Humberto Ortega ha sido ratificado al frente del Ej¨¦rcito.
P. ?En cuanto a la Contra?
R. Tanto en el plano militar como pol¨ªtico est¨¢ en una situaci¨®n desventajosa. Pol¨ªticamente est¨¢ claro el compromiso de que va a desarmarse antes del 10 de junio. Los tratados centroamericanos de paz especifican que problemas como el del restablecimiento de la paz y la existencia de fuerzas irregulares, como la Contra, tienen que tratarse en el marco de la Constituci¨®n pol¨ªtica de cada pa¨ªs. Y todo en Nicaragua, incluyendo las elecciones del 25 de febrero, se ha hecho dentro de ese marco.
P. En cualquier caso, parte de la UNO y la Contra exigen su salida de la jefatura del Ej¨¦rcito.
R. En los acuerdos cer¨ªtroamericanos est¨¢ claro que ellos no pueden poner una condici¨®n como ¨¦sa. Si tienen algunas objeciones respecto a su seguridad personal, econ¨®mica o pol¨ªtica se puede dialogar y buscar soluci¨®n, pero nunca poner esos obst¨¢culos, derivados de que no cumplieron su compromiso de desarmarse a partir del primer d¨ªa previsto para ello, el 25 de abril, fecha del relevo en la presidencia.
P. ?Y cree usted que terminar¨¢n pasando por el aro?
R. Hay que continuar haciendo esfuerzos por persuadir a sus dirigentes de que tienen que cumplir lo que acordaron. Si no lo hacen, el pueblo de Nicaragua, tan esperanzado en que llegue la paz, les ver¨¢ como culpables de que no sea as¨ª.
P. ?En qu¨¦ situaci¨®n se encuentran los rebeldes?
R. Mientras que el presidente Azcona se prest¨® a que Honduras fuese una plataforma de los rebeldes, ahora su sucesor, Callejas, sabemos que ha ido a visitar los campamentos del ¨¢rea de Yamales para recuperar para su pa¨ªs la soberan¨ªa de esa zona, en la que se asent¨® la Contra y, ayer mismo, iba a desplegar efectivos del Ej¨¦rcito. La guerrilla lo tiene dif¨ªcil en el plano pol¨ªtico, diplom¨¢tico, internacional e incluso en el operativo-militar.
Agua contaminada
P. Nos ha sorprendido mucho comprobar sobre el terreno que los contras est¨¢n despleg¨¢ndose en el terreno que deja libre, al retirarse, el Ej¨¦rcito Sandinista.
R. Lo iniportante es la correlaci¨®n pol¨ªtica global. El campesinado pobre quierc la paz, la necesita. Un pez no puede vivir sin el agua, y una guerra de guerrillas necesita apoyo de los habitantes de la zona en que act¨²a. Aqu¨ª, el agua est¨¢ contaminada porque quiere la paz. Por ello, no tememos ceder terreno. Si los rebeldes no van por el camino de la paz, se van a hundir en un pantano. S¨®lo se est¨¢n quedando con el terreno, sin abastecimientos profundos. Se est¨¢n arriesgando a sufrir, llegado el caso, una derrota muy dolorosa. Si se reanuda la guerra, no van a tener salida, excepto la de ser totalmente exterminados.
P. ?Necesitar¨¢ una orden de su presidenta para reiniciar la guerra si la Contra no se ha desarmado el 10 de junio?
R. Si la Contra incumple los acuerdos y comienzan a producirse ataques, el Ej¨¦rcito, l¨®gicamente, tendr¨¢ que responder, y la presidenta de la Rep¨²blica tendr¨¢ que analizar la situaci¨®n.
P. En cualquier caso, la desmovilizaci¨®n no deber¨ªa retrasarse m¨¢s all¨¢ del 10 de junio...
R. Yo pienso que es posible que las cosas mejoren en los pr¨®ximos d¨ªas. Conf¨ªo en que triunfen las gestiones del enviado del Gobierno, Roberto Ferrey, y que finalmente la Contra cumpla el compromiso contra¨ªdo.
P. ?Qu¨¦ influencia cree que tiene la actitud de Estados Unidos? El portavoz de la Casa Blanca ha asegurado que su nombramiento no pondr¨¢ en peligro el apoyo al nuevo Gobierno...
R. Creo que EE UU debe continuar ejerciendo su presi¨®n para convencer a los rebeldes de que deben cumplir los acuerdos. Porque est¨¢ claro que la Contra ya no tiene ning¨²n papel, pero hay fuerzas all¨ª que quieren mantener vivo el problema.
P. ?Qu¨¦ fuerzas?
R. Las m¨¢s reaccionarias, que convergen con otras en Nicaragua.
P. ?A qu¨¦ es usted m¨¢s leal, a su revoluci¨®n o a su presidenta?
R. La pregunta no deber¨ªa ser formulada as¨ª. Aqu¨ª todos estamos siendo leales a la presidenta, a la Constituci¨®n, al marco revolucionario de cambio.
"Yo no entend¨ª eso"
El nuevo vicepresidente nicarag¨¹ense, Vicente Godoy, asegura que mantener a Humberto Ortega al frente del Ej¨¦rcito significa bloquear el fin de la guerra. Sin embargo, los sectores moderados en que se apoya la presidenta Violeta Charnorro consideran que Ortega tiene en su mano la clave para que el poderoso Ej¨¦rcito sandinista comprenda que soplan vientos nuevos en Nicaragua, que es necesaria una modernizaci¨®n profunda y que muchos de sus efectivos tienen en la vida civil otras oportunidades.Pregunta. ?C¨®mo van a reducirse las Fuerzas Armadas?
Respuesta. Depende, por un lado, de los acuerdos centroamericanos de paz -es decir, del balance regional de fuerzas-, y por otro lado, de las posibilidades econ¨®micas del pa¨ªs. El tama?o del Ej¨¦rcito podr¨ªa ser similar al de Honduras, unos 40.000 hombres, o al de Guatemala, pero m¨¢s peque?o que el de El Salvador, que tiene unos 60.000 efectivos.
P. ?Qu¨¦ opina de la supresi¨®n del servicio militar obligatorio decretada por el Gobierno?
R. No se ha suprimido; s¨®lo se ha suspendido la aplicaci¨®n de la ley. Para eliminarla tendr¨ªa que reformarse la Constituci¨®n. Pero el problema no ha sido el servicio militar, sino la guerra.
P. ?Cabe la posibilidad de que alg¨²n comandante de la Contra se integre en el Ej¨¦rcito?
R. No, no cabe. No es necesario, ni ellos lo est¨¢n pidiendo.
P. ?La direcci¨®n del Frente Sandinista, los m¨ªticos nueve comandantes, se va a reducir a ocho?
R. Yo entr¨¦ en la direcci¨®n en 1969. He sido el comandante que ha estado m¨¢s tiempo en ella de manera continuada. Hubo alg¨²n momento en que s¨®lo est¨¢bamos dos.
P. Pero ?volver¨¢n a ser nueve otra vez?
R. ?Por qu¨¦?
P. Para que vuelva usted cuando deje la Jefatura del Ej¨¦rcito. Violeta Chamorro dijo que eso ocurrir¨ªa cuando se desarmase la Contra.
R. Yo no entend¨ª eso.
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