Dinosaurios del parqu¨¦

La muerte de los convertibles con descuento, anunciada impl¨ªcitamente por el reglamento de la nueva ley de sociedades an¨®nimas, es otra arma arrojadiza contra un mercado que si algo necesita, son apoyos m¨¢s que reglamentos. A partir de ahora los consejos no pueden actuar por delegaci¨®n de las juntas a la hora de modificar la estructura de capital de las sociedades, y claro est¨¢ que las emisiones de bonos convertibles han sido y son una v¨ªa clara, tan sutil como en ocasiones se quiera, de llevar a cabo tales modificaciones. Este efecto puede resultar muy negativo b¨¢sicamente para las grandes sociedades que captan fondos por esta v¨ªa m¨¢s que por la apelaci¨®n directa al mercado con ampliaciones y desdobles. Precisamente ayer, estos valores, habitualmente dotados de mayor liquidez por sus altos vol¨²menes y frecuencia de cotizaci¨®n, jugaron a dinosaurios del parqu¨¦ sin dar apenas se?ales de vida como gigantes inm¨®viles. Durante este largo y c¨¢lido fin de semana nadie cambiar¨¢ la piel, a pesar del sesteo, porque el mercado ha demostrado grandes resistencias -gracias a la inversi¨®n institucional, que no parece dispuesta a desertar- para despu¨¦s del par¨¦ntesis.