El 'otro' Delgado es el 'farolillo'

Manuel Delgado rinde tributo en esta vuelta a su apellido y a su condici¨®n de farolillo rojo (¨²ltimo clasificado). Hay que buscarle siempre en el ¨²ltimo grupo. Entre los que llegan a la ineta cuando el resto ya est¨¢ en el hotel. Sus compa?eros de viaje acostumbran a pedalear en un valle de l¨¢grimas. Padecen achaques, golpes y enfermedades. Su ¨²nica preocupaci¨®n es llegar, como sea, antes de que se cierre el control horario, lo que les dejar¨ªa fuera de la carrera "A veces tenemos que pedir la referencia del fiempo que llevamos perdido a los espectadores", asegura.Delgado tiene 24 a?os. ?sta es su segunda temporada como profesional y milita en el modesto equipo Mavisa. No he tenido demasiada suerte hasta ahora", confiesa con una sonrisa en los labios. "El a?o pasado apenas corr¨ª ninguna carrera a causa de una enfermedad y de una lesi¨®n y en esta Vuelta estoy padeciendo un problema de sinusitis que me impide respirar con normalidad".

Est¨¢ a m¨¢s de una hora del l¨ªder, Juli¨¢n Gorospe, pero eso no le preocupa en absoluto. "Tal como estoy ahora, para m¨ª ya ser¨ªa un ¨¦xito acabar, pero si tengo suerte estar¨¦ recuperado en dos o tres d¨ªas.

Entonces luchar¨¦ por ganar una etapa", dice con un optimismo arrollador. En este sentido cree tener la "suerte" de militar en un equipo como el Mavisa, "que nos da una total libertad y que t¨¢cticamente s¨®lo nos supedita a la lucha de Miguel ?ngel Iglesias por las metas volantes".

Falta de solidaridad

Explica que no existe un excesivo sentido de la solidaridad a pesar del mal estado en que se encuentran los que llegan en ese grupo de rezagados. "Nos damos relevos, pero cada uno va a lo suyo". Para ¨¦l la opini¨®n p¨²blica en general est¨¢ muy equivocada: "La gente cree que somos los m¨¢s malos, pero s¨®lo somos los que m¨¢s problemas tenemos. A veces algunos de los buenos tambi¨¦n tiene que pedalear junto nosotros, como el holand¨¦s Suykerbuyck, que sufre una gastroenteritis".

Para ¨¦l no es nada nuevo ser farolillo rojo de una carrera. En la Vuelta al Pa¨ªs Vasco ya ocup¨® esa posici¨®n despu¨¦s de haber sufrido una hipoglucemia "cuando acab¨¦ la etapa de Ibard¨ªn me metieron en una ambulancia y me dijeron que no podr¨ªa continuar la carrera, pero yo estaba cerca de mi casa, de San Sebasti¨¢n, y decid¨ª acabar fuera como fuera".

El llevar el mismo apellido de Pedro Delgado supone una expectaci¨®n inusual en torno a ¨¦l. "Tener el mismo apellido que un gran campe¨®n a veces perjudica y a veces es una suerte. Quienes m¨¢s bromas me gastan con mi apellido son mis propios compa?eros de equipo. Ahora que suena tanto el anuncio de la ONCE me llaman el otro Delgado".