La reconversi¨®n del PCI, a prueba en las elecciones locales
Las elecciones regionales, provinciales y municipales que se celebrar¨¢n en Italia el domingo y lunes pr¨®ximos van a ser, por confesi¨®n de los mismos l¨ªderes, un test de pol¨ªtica nacional. El voto tendr¨¢ un valor especial porque va a producirse inmediatamente despu¨¦s de la reconversi¨®n del Partido Comunista Italiano (PCI), de Achille Occhetto, quien de las cenizas del partido de Gramsci y Togliatti trata de sacar la identidad del nuevo grupo.En realidad, en Italia cada elecci¨®n, sea la que sea, acaba teniendo valor pol¨ªtico, al tratarse de un pa¨ªs con escaso sentido del Estado, donde todo gira alrededor de las secretar¨ªas de los partidos, que son los que, por Constituci¨®n, ejercen el verdadero poder. Estos comicios coinciden tambi¨¦n con una de las crisis internas m¨¢s agudas de la Democracia Cristiana (DC), en la que su presidente y l¨ªder de la izquierda del partido, Ciriaco de Mita, se presenta dimisionario al haber disentido la izquierda democristiana con la l¨ªnea conservadora del eje Forlani-Andreotti.
El emblema de tal desgarro lo representa Palermo, donde la DC se ha visto constre?ida a presentar dos candidatos diametralmente opuestos: el carism¨¢tico e intelectual Leoluca Orlando, ex alcade en olor de pueblo y amigo de los jesuitas progres, y el pragm¨¢tico andreottiano Girolamo di Benedetto, un curioso personaje dentro del t¨ªpico poder democristiano que trabajaba en la alcald¨ªa y hab¨ªa conseguido la baja laboral por haber sufrido una hernia discal. Ahora se justifica al decir que "la pol¨ªtica es otro tipo de trabajo que nada tiene que ver con la hernia".
Los primeros sondeos dan un 45% de los votos a Orlando y nada al otro candidato.
Las elecciones del domingo son una prueba tambi¨¦n para los socialistas, que ahora se presentan, por vez primera, no en un ataque frontal contra los comunistas, sino con un Craxi convertido a la Cosa de Occhetto.
M¨¢s asustada parece la DC, ya que el cambio del partido comunista con un Occhetto que visita en sus casas a los obispos m¨¢s comprornetidos en la lucha contra las mafias y que est¨¢ pidiendo los votos de los cat¨®licos m¨¢s progresistas puede producirle una disminuci¨®n de votos.
Pero lo que todos los grandes partidos temen son las llamadas "listas locales" o "nacionalistas" con poca vibraci¨®n pol¨ªtica, antipartidistas, an¨¢rquicas y pragmatistas, al mismo tiempo que hacen hincapi¨¦ sobre los problemas concretos de la gente, y explotan el renacer del sentimiento antirromano y antiemigrantes de color. Los grupos m¨¢s duros y peligrosos para los partidos tradicionales son las llamadas ligas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.