Las municipales italianas confirman el auge de las ligas anticentralistas
Los resultados de las elecciones provinciales y municipales dados a conocer ayer confirman sustancialmente los de las regionales publicados el lunes: el triunfo de las ligas anticentralistas (y contrarias a los partidos); una p¨¦rdida media del 6% de los comunistas (PCI); el aumento de los socialistas (PSI), cuyo l¨ªder, Bettino Craxi, ha calificado de "lento"; el desplome del neofascista Movimiento Social Italiano (MSI), y la confirmaci¨®n de que uno de cada tres italianos sigue votan do a la eterna Democracia Cristiana (DC).
Aunque los democristianos han perdido algunos puntos en el norte, la DC ha barrido en el sur, alcanzando en algunos lugares, como en Palermo, casi el 50% de los votos.Seg¨²n los primeros comentarios a unas elecciones tan pol¨ªticas -ayer la Prensa italiana public¨® el doble de p¨¢ginas de las dedicadas hasta ahora a ninguna otra elecci¨®n-, el hecho m¨¢s grave es que los electores italianos han empezado a cansarse de los partidos tradicionales y han empezado a desparramar sus votos en listas antipartido, o bien han dejado de votar, es lo que ha llevado a decir a Eugenio Scalfari, director de La Repubblica, que en verdad "el terremoto electoral representa el punto culminante de una protesta que toca a todos los partidos, su ineficacia, la ocupaci¨®n que han hecho de las instituciones, la p¨¦rdida de credibilidad de la clase pol¨ªtica en su conjunto".
Y a?ade Scalfari, cuyo peri¨®dico dedic¨® 12 p¨¢ginas a las elecciones celebradas los pasados domingo y lunes: "Los tonos de esta protesta son en muchos casos inaceptables, pero el hecho existe y est¨¢ ah¨ª, como un bloque de cemento en un carril del tren".
Por su parte, Gianfranco Piazzesi, en su editorial del Corriere della Sera, puntualiza que a los partidos tradicionales les queda s¨®lo un a?o de tiempo para cambiar el sistema electoral si no quieren verse arrasados por el nuevo fen¨®meno de las ligas, las cuales, a¨²n habi¨¦ndose presentado en pocas regiones, se han convertido ya en el cuarto partido nacional -despu¨¦s de la DC, los comunistas y los socialistas-, con el 5,6% de los votos. Y advierte que no debe considerarse el caso de la liga lombarda -que se ha colocado con el 20% de los votos como segundo partido de la regi¨®n, despu¨¦s de la DC- como algo pasajero, es decir, como un simple voto de protesta contra el Gobierno central. Piazzesi, y con ¨¦l otros muchos observadores, subraya que nunca en la historia de Lombard¨ªa, una de las regiones m¨¢s ricas de Europa, pulm¨®n industrial y comercial de Italia, estos fen¨®menos han sido transitorios.
Otra de las preocupaciones de muchos pol¨ªticos es que "Italia va a la derecha", pero hacia una derecha no iluminada ni pol¨ªtica, sino de tintes racistas y antiparlamentarios como la que representan las ligas, que est¨¢n recogiendo parte de los votos perdidos por el PCI y con los que no han sabido hacerse los socialistas. De ah¨ª el que la izquierda en su conjunto haya perdido alrededor del 2%.
Diferencias Norte-Sur
Otro de los fen¨®menos significativos de estas elecciones es que mientras en el norte rico del pa¨ªs han perdido claramente, o no han ganado puntos, los partidos de Gobierno -democristianos, socialistas, socialdem¨®cratas, republicanos y liberales-, la protesta la ha capitalizado el movimiento de las ligas. Por el contrario, en el sur pobre, han crecido los partidos cl¨¢sicos de gobierno, desde la DC a los republicanos, socialdem¨®cratas y liberales. Y tambi¨¦n los socialistas, la ¨²nica fuerza de izquierdas presente en el Gobierno central.
Los democristianos han aumentado sobre todo en aquellos lugares donde en la ¨²ltima campa?a electoral ha habido disparos y el asesinato de 10 candidatos por las diversas mafias. Es la demostraci¨®n, afirman los observadores, de que el voto en el sur del pa¨ªs o no es libre o bien est¨¢ condicionado s¨®lo por las clientelas creadas por los partidos que est¨¢n en el poder.
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