"El humor es la expresi¨®n escrita de la violencia", dice Tom Sharpe, autor de 'Wilt'
El escritor brit¨¢nico present¨® en Barcelona la pel¨ªcula sobre su personaje
Tom Sharpe, autor de la novela Wilt, de otras que tambi¨¦n tienen como protagonista a id¨¦ntico personaje y de varios textos en los que siempre brilla su talento para la farsa y su peculiar manera de servirse del humor, estuvo ayer en Barcelona para presentar el filme Wilt. La adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica de la novela no es muy seguro que satisfaga a quienes la hayan le¨ªdo en una de las muchas ediciones que, en catal¨¢n y castellano (Anagrama y Columna), se han publicado. "El humor es la expresi¨®n escrita de la violencia", dijo ayer el escritor, que se declar¨® en otro momento cansado del popular personaje al que ha dado vida.
"Existen muchas diferencias entre el libro y la pel¨ªcula y es l¨®gico que as¨ª sea. Es imposible respetar ¨ªntegramente 250 p¨¢ginas, hay que hacer cambios que convienen al director y al productor. Yo no he tenido nada que ver con la adaptaci¨®n, me he limitado a venderles los derechos. Y ellos han hecho lo que han querido. Todo el mundo dice que el filme es muy divertido. En 1989 fue el segundo filme brit¨¢nico en cuanto a recaudaci¨®n en las islas", comenta el escritor.Sharpe explica eso con seriedad. No quiere confesar en voz alta que no ha visto la pel¨ªcula a¨²n, porque sus amigos ya le han contado que se trata de una mala versi¨®n de la novela. Ahora, en Barcelona, ha aceptado ir a verla: su desconocimiento del espa?ol le inmuniza, en parte, contra el posible disgusto del autor ante su obra traicionada.
"Brian Eastman, el productor hab¨ªa hecho antes y s¨®lo para la televisi¨®n una buena serie sobre el personaje de Henry Wilt. Era un total de 10 horas de im¨¢genes, un tiempo que permite respetar mejor la sustancia y los detalles de los libros. Ahora, con el filme lo ¨²nico que se pretend¨ªa era lograr un producto que hiciera re¨ªr. Y para conseguirlo han potenciado lo que ellos consideran valores comerciales", agreg¨® Sharpe.
Sorprende el atrevimiento de productor y guionistas respecto de una obra tan popular, que cada lector ya ha imaginado. El riesgo de decepcionar es mucho mayor que cuando se parte de un texto poco conocido o por el que nadie siente el menor aprecio: "Claro, pero ya he dicho que nada tengo que ver respecto de c¨®mo se ha desarrollado el proyecto. S¨¦ que determinados aspectos transnacionales, que sean f¨¢cilmente comprensibles para uno y otro lado del Atl¨¢ntico, son importantes desde un punto de vista de popularidad, pero la pel¨ªcula ha renunciado a ellos: el matrimonio encarnado por Sally y Gaskell era californiano y en ellos retrataba un determinado tipo de esnobismo cultural que detesto muy especialmente".
Sharpe, para quien "el humor sustituye a la violencia, en su forma literaria; es su desahogo por escrito", recuerda que recibi¨® el encargo de escribir, junto con otros autores brit¨¢nicos, algo sobre la vida de sus compatriotas como turistas en Espa?a. Y Sharpe admite que aqu¨¦l es un proyecto no realizado: "Por fortuna. Me ahorr¨¦ contemplar c¨®mo viven los ingleses en la Costa Brava o en la Costa del Crimen, que as¨ª es como conocemos en Gran Breta?a a la Costa del Sol, porque all¨ª est¨¢n refugiados algunos de nuestros mayores criminales. Hubiera sido una experiencia penosa. Viven de forma rid¨ªcula y peor de como lo har¨ªan si se quedasen veraneando en la costa de su propio pa¨ªs. Cuando ya estaba aqu¨ª, en Espa?a, a punto de ser enviado a la costa, tuve un amago de ataque al coraz¨®n y aqu¨ª se acab¨® el proyecto". El amago de infarto ocurri¨® durante una entrevista por televisi¨®n. Sharpe, con su caracter¨ªstico humor negro, describe la situaci¨®n y tan s¨®lo lamenta no haber fallecido: "Ahora, mis hijos podr¨ªan tener un v¨ªdeo de la muerte de pap¨¢ en directo".
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