Microorganismos presentes en los enfermos de sida multiplican la acci¨®n del virus, seg¨²n Montagnier

El investigador franc¨¦s Luc Montagnier, codescubridor, con el norteamericano Robert Gallo, del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, ha demostrado la presencia de unos microorganismos, llamados micoplasmas, en la sangre de los enfermos de sida que multiplican el efecto mort¨ªfero del VIH. El hallazgo permite pensar que la aplicaci¨®n de antibi¨®ticos espec¨ªficos contra estos agentes podr¨ªa neutralizar el efecto destructivo del virus sobre las c¨¦ludas. Ello significar¨ªa un avance espectacular en el tratamiento de la enfermedad, seg¨²n explic¨® Montagnier a EL PA?S en el Instituto Pasteur, de Par¨ªs.

"Hemos aislado varias especies de estos microorganismos en los gl¨®bulos rojos y linfocitos de los enfermos de sida, y adem¨¢s se ha podido demostrar que en los cultivos estimulan la patogenicidad del VIH", aseguro Montagnier. El investigador comunic¨® su hallazgo a este peri¨®dico con ciertas reticencias a que se hiciera p¨²blico antes de la Conferencia Mundial sobre el Sida que se celebrar¨¢ en la ciudad norteamericana de San Francisco entre el 20 y el 24 de junio. Francia anunci¨® oficialmente el pasado jueves su boicoteo a la reuni¨®n por las restricciones que impone Estados Unidos a los enfermos de sida que pretenden asistir a la misma.Luc Montagnier se mostr¨® esperanzado ante este hallazgo por cuanto abre nuevas posibilidades terap¨¦uticas en el tratamiento de la enfermedad. "Estoy pensando", dijo, "que el VIH no es el ¨²nico causante del sida. Es muy importante describir el resto de factores que intervienen, porque, si se suprimen, el virus no ser¨¢ tan mort¨ªfero".

El investigador franc¨¦s trabaja en el estudio de los mecanismos de interacci¨®n entre el VIH y los micoplasmas. En un informe publicado recientemente en una revista especializada, Montagnier sugiri¨® que el virus causante del sida y el micoplasma descrito por ¨¦l podr¨ªan actuar conjuntamente para matar a las c¨¦lulas. Seg¨²n el cient¨ªfico franc¨¦s, el tratamiento con antibi¨®ticos -que aniquilan a los micoplasmas, pero no tienen efectos sobre el virus- impide que las c¨¦lulas sean eliminadas por el VIH.

Montagnier aclar¨®, sin embargo, que se trata de experiencias de laboratorio que por el momento no pueden ser aplicadas directamente al tratamiento de los enfermos.

La aportaci¨®n de Montagnier parece confirmar los hallazgos del cient¨ªfico chino Shy Ching Lo, del Instituto de Patolog¨ªa de las Fuerzas Armadas de Washington, el primero en se?alar en 1989 la posible relaci¨®n entre el microorganismo que denomin¨® mycoplasma incognitus y el sida. En concreto comunic¨® haber detectado este microorganismo en 22 de 33 pacientes de sida.

El micoplasma es un peque?o organismo muy parecido a los virus que, como ¨¦stos, se reproduce en un medio celular. Son microorganismos latosos para los investigadores por su facilidad para contaminar los cultivos de laboratorio, seg¨²n explic¨® Rafael de Andr¨¦s, secretario general del Plan Nacional contra el Sida. Les separan de las bacterias su extrema peque?ez y la ausencia de una pared celular r¨ªgida. Producen distintas patolog¨ªas en plantas y animales, y en el hombre se le asocia a ciertas afecciones genitales y respiratorias.

La aportaci¨®n del equipo del Pasteur permite esperar m¨¢s de los modelos terap¨¦uticos resultantes que de la aparici¨®n a corto plazo de una va cuna contra el sida. Otro equipo del instituto franc¨¦s dirigido por el profesor Girard, sub director del Pasteur, trabaja en la producci¨®n de una vacuna.

Tres prototipos de vacuna

En estos momentos ensayan tres prototipos, obtenidos a partir de recombinaci¨®n gen¨¦tica, en chimpanc¨¦s del Centro de Primatolog¨ªa de Nueva York. Los sueros son reenviados para su an¨¢lisis en el instituto franc¨¦s. Tras haber fracasado los intentos anteriores desde hace seis meses, dos chimpanc¨¦s inmunizados con distintas combinaciones de los tres prototipos citados viven sin el virus del sida. "Es un rayo de luz", reconoci¨® Girard, "pero hay que esperar, porque otras veces a los ocho meses, el virus ha vuelto a aparecer".El profesor destaca el problema que supone la enorme mutabilidad del virus para la consecuci¨®n de una vacuna. De hecho, los prototipos ensayados son para una variable del VIH. "?Podr¨ªamos hacer una vacuna para el agente t¨ªpico de cada grupo de poblaci¨®n? ?Qu¨¦ har¨ªamos entonces con los viajeros?", se pregunt¨® Girard.

Entre tanto, franceses y norteamericanos invierten sumas millonarias en la pugna por obtener el ant¨ªdoto contra la plaga del siglo. El alquiler de cada chimpanc¨¦ cuesta al Pasteur 40.000 d¨®lares anuales, (unos cuatro millones de pesetas).