Si quiere ver tortugas compre una parcela
Una asociaci¨®n ofrece vender terrenos para albergar la ¨²nica reserva de tortugas
La Asociaci¨®n Naturalista del Sureste (ANSE) ha iniciado una campa?a c¨ªvica para vender parcelas simb¨®licas de un metro cuadrado en una finca donde crear¨¢ una reserva natural. Este grupo ecologista protagoniza desde 1973 distintas acciones para proteger a la tortuga mora, una especie de la que s¨®lo quedan en la Pen¨ªnsula algunos ejemplares en la zona litoral de Murcia y Almer¨ªa. Ante el peligro de desaparici¨®n de esta tortuga, los ecologistas quieren crear una reserva de 200 hect¨¢reas.
Las dos especies de tortugas que hay en Espa?a, la mediterr¨¢nea y la mora, est¨¢n protegidas desde 1973 por la ley, que proh¨ªbe su captura o comercio.Pese a ello, la poblaci¨®n de estos animales sigue disminuyendo en su h¨¢bitat natural. Actualmente, seg¨²n el bi¨®logo Juan Manuel Ib¨¢?ez, s¨®lo quedan tortugas mediterr¨¢neas en Baleares, y probablemente asilvestradas en algunos puntos de Catalu?a. De la especie tortuga mora hay ejemplares en libertad en el sureste peninsular. Es una franja litoral que va desde Mazarr¨®n (Murcia) hasta Garrucha (Almer¨ªa), un abanico geogr¨¢fico que va cerr¨¢ndose cada a?o por la urbanizaci¨®n de estas zonas hasta ahora casi v¨ªrgenes, por la agricultura y por la caza de los furtivos.
Juan Luis Castanedo, de la Asociaci¨®n Naturalista del Sureste (ANSE), dice que han comprobado dos tipos de caza ilegal de la tortuga mora, una con perros adiestrados que dejan sus huellas en las presas: "Hemos visto en mercadillos de Murcia y Alicante c¨®mo se venden estas tortugas, que tienen en sus cuerpos las se?ales de los colmillos de los perros".
La otra forma que utilizan los cazadores consiste en abrir zanjas estrechas y profundas sobre el terreno. "Las tortugas caen", dice Castanedo, "y no pueden salir; s¨®lo tienen que ir de vez en cuando a recoger las capturas".
Los beneficios de esta actividad ilegal son m¨ªnimos ya que el precio de una tortuga mora en el mercado s¨®lo alcanza entre las 2.500 y 4.000 pesetas.
ANSE, que desde su fundaci¨®n en 1973 realiza campa?as peri¨®dicas de protecci¨®n de esta especie, asegura que la poblaci¨®n ha disminuido mucho, aunque no pueda decirse que vaya a desaparecer de la Pen¨ªnsula.
Sin embargo, no se ha podido establecer el n¨²mero o magnitud de ejemplares que quedan. El profesor Ib¨¢?ez dice que el desconocimiento cient¨ªfico es absoluto. "Normalmente se utiliza la t¨¦cnica de recoger ejemplares, marcarlos, y en las siguientes campa?as hacer proyecciones entre el n¨²mero total de tortugas encontradas y las que llevan placa. Pero ocurre que el ritmo de depredaci¨®n es tan alto que no se encuentran ni las marcadas. Lo que s¨ª se puede afirmar es que hay m¨¢s tortugas en cautividad que libres".
Entre Mazarron y ?guilas
Los ecologistas critican a la Administraci¨®n por la falta de celo en la protecci¨®n de esta especie. En los mercadillos se venden a la luz del d¨ªa; en algunas tiendas las ocultan, pero no hay protecci¨®n eficaz, se?ala Castanedo.El Proyecto Testudo (nombre latino de la especie) pretende crear un espacio protegido para asegurar la supervivencia y reproducci¨®n de la tortuga mora que ocupar¨ªa una extensi¨®n de 200 hect¨¢reas, situada en unas sierras litorales entre Mazarr¨®n y ?guilas. Los 10 millones de pesetas que cuestan los terrenos esperan conseguirlos vendiendo parcelas simb¨®licas al precio de 100 pesetas el metro cuadrado.
La amenaza sobre la tortuga mora se extiende tambi¨¦n a los otros dos puntos del Mediterr¨¢neo donde vive en libertad, en el norte de ?frica. Tanto Argelia como Marruecos tienen un activo comercio de exportaci¨®n que ha ido reduciendo sus, hasta hace unos cuantos a?os, ricas poblaciones de tortugas.
Seg¨²n datos de la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza y sus Recursos, entre 1965 y 1967 Marruecos export¨®, principalmente al Reino Unido, 750.000 ejemplares de tortugas moras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.