El monstruo despierta en el Este
Junto con la ca¨ªda del comunismo han aflorado instintos racistas en los pa¨ªses de Europa oriental
Dec¨ªa un rabino que el antisemitismo era f¨¢cil de despertar, pero para hacerlo dormir nuevamente se necesitaban "mareas de sangre". Cuando con las nuevas libertades volv¨ªa a florecer con intensidad la vida cultural y social jud¨ªa en la Europa del Este, el monstruo c¨ªclico del antisemitismo se ha hecho m¨¢s visible que nunca desde el fin del shoh (holocausto). En 1944, cuando el Ej¨¦rcito nazi estaba a punto de ser derrotado, muchos h¨²ngaros segu¨ªan ocupados formando sus unidades especiales de las SS y dedic¨¢ndose a matar a miles de jud¨ªos, sobre todo a los ni?os del gueto de Budapest.
El gran rabino de Budapest, Alfred Sch?ner, denunci¨® que en los ¨²ltimos meses sinagogas y cementerios han sido profanados con pintadas de esv¨¢sticas. En el estadio de f¨²tbol de Budapest, donde hace unas semanas jugaba el MTK, el equipo favorito de la comunidad jud¨ªa, se escuch¨® el grito colectivo de "?Auschwitz, Auschwitz!" y "?Cerdo jud¨ªo!". La antigua sinagoga de Budapest, est¨¢ bajo permanente vigilancia policial.Antes de la guerra viv¨ªan en Hungr¨ªa 800.000 jud¨ªos. La mitad de ellos fueron asesinados tras ser deportados a campos de exterminio. Ahora viven en el pa¨ªs magiar s¨®lo 100.000 jud¨ªos.
Para las elecciones parlamentanas, la propaganda de algunos partidos nacionalistas, como el de los Peque?os Propietarios, ped¨ªa votar al electorado "por un h¨²ngaro de verdad". Se insinuaba en las pantallas de televisi¨®n que la directiva de la alianza opositora de los Dem¨®cratas Libres estaba formada por "cosmopofitas" y "sionistas" (t¨¦rminos usados en la Europa del este para referirse a los jud¨ªos).
Los que se salvaron de las c¨¢maras de gas vieron como ¨²nica alternativa ingresar en el partido comunista. Dentro del partido, fueron acusados de "conspiradores y antirrevolucionarios", y el ,,"origen jud¨ªo" era mencionado en todos los juicios revolucionarios de los a?os cincuenta.
El fascismo rumano
El gran rabino de Bucarest, Mosers Rosen, de 77 a?os, anuncia el "regreso de los asesinos", refiri¨¦ndose a la salvaje Guardia de Hierro de Rumania, partido fascista prohibido durante muchos a?os y organizado en el exilio. Ellos eran los encargados de colgar de un gancho los cad¨¢veres de jud¨ªos que viv¨ªan en el gueto de Bucarest y pasearlos por la ciudad con un letrero que dec¨ªa: "Carne kosher [dieta alimentar¨ªa jud¨ªa]". Tambi¨¦n ha aumentado la creciente popularidad del grupo extremista Vatra Romaneusca, por su agitaci¨®n contra la minor¨ªa h¨²ngara en Transilvania, pero tambi¨¦n en contra de los 23.000 jud¨ªos que a¨²n viven en Rumania (eran 850.000 en 1939). El primer ministro, Petre Roman, ha sido atacado en manifestaciones callejeras con gritos por su origen jud¨ªo, y Silvio Brucan, te¨®rico del Frente de Liberaci¨®n Nacional, fue expuesto en el peri¨®dico del Partido de los Agricultores, donde se mencion¨® su origen jud¨ªo junto a caricaturas que mostraban a jud¨ªos con rostros sat¨¢nicos.
"Viajo en autob¨²s y nadie me pega porque sea jud¨ªo", afirma con rictus ir¨®nico en los labios un alto funcionario de la Uni¨®n Religiosa de la Confesi¨®n de Mois¨¦s, la m¨¢s importante organizaci¨®n hebrea en Polonia. No obstante, interrogado por si teme un brote del antisemitismo en Polonia, pregunta ret¨®ricamente: "?Y qui¨¦n no lo teme?". Por ello, tan.to ¨¦l como otros jud¨ªos de la organizaci¨®n prefieren mantener el anonimato al hablar del antisemitismo, informa desde Varsovia Piotr Adamski.
El m¨¢s reciente suceso antisemita fue el que provocaron unos 15 j¨®venes en la ciudad de Kielce (famosa por una matanza de jud¨ªos en 1946) que arrojaron un bote de humo a la sala donde estaba dando un concierto un grupo de jud¨ªos de la URSS. Este y otros incidentes demuestran que el antisemitismo polaco sobrevivi¨® a pesar de que actualmente se declaran jud¨ªos en el pa¨ªs entre 12.000 a 15.000 personas, segun fuentes de las organizaciones hebreas (en 1939, hab¨ªa 3.300.000).
La preocupaci¨®n por el antisemitismo se refleja en la declaraci¨®n de numerosos intelectuales polacos que expresan su repudio al "odio nacionalista, antisemitismo y chovinismo que hicieron su aparici¨®n en las campa?as pol¨ªticas de los ¨²ltimos meses".
Los gitanos
En Checoslovaquia se ha desencadenado en los ¨²ltimos meses un racismo dirigido especialmente contra los gitanos y no se han visto tendencias antisemitas. Por el contrario, las nuevas relaciones con Israel han sido tratadas por la prensa local con simpat¨ªa. La mayor¨ªa de los 12.000 jud¨ªos de Checoslovaquia se han asimilado, y de los 300.000 que viv¨ªan antes de la guerra en Bohemia, Moravia y Eslovaquia, la mitad murieron en matanzas y campos de exterminio.
Los 5.000 jud¨ªos que viven en Bulgaria est¨¢n integrados en la sociedad, y el secretario del Consejo Jud¨ªo en Bulgaria, Baruch Magrisso, afirma que pr¨¢cticamente no hay antisemitismo en este pa¨ªs. De los 50.000 jud¨ªos que quedaban al final de la guerra, un 90% se fue a Israel. Bulgaria es el ¨²nico pa¨ªs entre los que colaboraron o fueron ocupados por la Alemania nazi que en el a?o 1945 hab¨ªa m¨¢s jud¨ªos que al comienzo de la guerra. La poblaci¨®n b¨²lgara salv¨® a varios miles de las c¨¢maras de gas.En Yugoslavia, donde viven 5.500 jud¨ªos, no exist¨ªa una tradici¨®n antisemita en la dimensi¨®n del resto de los pa¨ªses del Este. Sin embargo, en los ¨²ltimos meses han aparecido con frecuencia panfletos y publicaciones con agitaci¨®n antijud¨ªa. El historiador y l¨ªder de la Uni¨®n Democr¨¢tica Croata en Zagreb, Franjo TudJn¨ªan, en su libro Los cambios en la verdad hist¨®rica, afirma: "un jud¨ªo siempre ser¨¢ un jud¨ªo aun en el campo de concentraci¨®n mantuvieron sus caracter¨ªsticas de ego¨ªstas y traidores".
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