Un desierto

Concurso/ Robles, Dom¨ªnguez, MendesToros de Juan Pedro Domecq,

Sep¨²lveda, Atanasio Fern¨¢ndez, Gonz¨¢lez S¨¢nebez-Daip, Mar¨ªa Luisa Dom¨ªnguez y Torrestrella. Julio Robles: dos pinchazos, media ca¨ªda y dos descabellos (ovaci¨®n); dos pinchazos y estocada (silencio). Roberto Dominguez: pinchazo y, cuatro descabellos (palmas); pinchazo, estocada contraria y descabello (ovaci¨®n). V¨ªctor Mendes: pinchazo, media y descabello (ovaci¨®n); estocada ca¨ªda (ovaci¨®n).

Plaza de Jerez de la Frontera, 19 de mayo. Tercera corrida de feria.

Media entrada.

La ausencia de casta del toro de lidia se extiende a lo largo y ancho de la geograf¨ªa espa?ola, cual inmenso desierto, donde rar¨ªsimamente se encuentra un oasis en el que brote la casta. No es extra?o, por tanto, que el jurado de la corrida-concurso de ganader¨ªas de Jerez se viera obligado a declarar desierto el premio al toro m¨¢s completo. Con esas caracter¨ªsticas de plenitud no hubo ninguno.

Quiz¨¢ un oasis, aunque con poca agua, fue el toro de Juan Pedro, que si es verdad que acudi¨® desde notable distancia al caballo en tres ocasiones, lo hizo sin alegr¨ªa. Tom¨® la primera vara sin fijeza, y en la tercera sali¨® suelto. A la muleta lleg¨® con nobleza, pero le falt¨® lo que, modernamente, llaman transmitir.

El de Sep¨²lveda fue manso, de solemnidad; el de Atanasio, mansurr¨®n sin fuerzas; el de Gonz¨¢lez, descastado; el de Mar¨ªa Luisa Dom¨ªnguez, tarde¨® y escarb¨® en el primer tercio y blande¨® mucho en el ¨²ltimo; finalmente, el de Torrestrella hizo concebir esperanzas de salida, hasta el punto de ser ovacionado, las confirm¨® en la primera vara, tarde¨® en las restantes y se raj¨® y acost¨® varias veces en el ¨²ltimo tercio.

Con este g¨¦nero, los diestros anduvieron decorosos y nada m¨¢s. Otro premio desierto fue el anunciado para el matador que m¨¢s se distinguiera en la lidia. Est¨¢ claro que el p¨²blico no admite hoy que los toreros lidien, en el sentido literal del t¨¦rmino, aunque sea a un toro manso. 0 le dan 50 muletazos, o el p¨²blico no lo aprecia. Y claro, no lo intentan.

Julio Robles tore¨® al juampedro sobre ambas manos con decoro. Hubo especial brillo en una tanda de naturales. Con la espada, muy mal. Con el cuarto no se centr¨® para darle los pocos muletazos que ten¨ªa. No se cruz¨® con ¨¦l en ning¨²n momento.

Roberto Dom¨ªnguez tuvo el peor lote, pero pese a ello se le vio desdibujado. El segundo le tropez¨® siempre la muleta. El quinto, por la izquierda se quedaba muy corto, y con la derecha el de Valladolid no le dio brillo a los muletazos.

V¨ªctor Mendes estuvo por encima de su primero, que ten¨ªa poco gas y consigui¨® sacarle lo escaso que llevaba dentro. En el sexto comenz¨® tore¨¢ndolo bien sobre la derecha, pero el animal no se ten¨ªa en pie, y cost¨® un imperio levantarlo del suelo.

El jurado premi¨® al banderillero Angel Luis Prados, por su labor de conjunto, y al picador Mateo S¨¢nchez, ambos de la cuadrilla de Mendes.