Hacienda, en campa?a
Los responsables de la reforma del IRPF se han multiplicado para pulsar el estado de opini¨®n ante la nueva fiscalidad espa?ola
Los responsables de la fiscalidad espa?ola se han enfrascado en una ardua campa?a, casi electoral, para vender la inminente reforma del impuesto sobre la renta de las personas f¨ªsicas (IRPF). Encabezados por el secretario de Estado de Hacienda, Jos¨¦ Borrell, los t¨¦cnicos del ministerio se han multiplicado en las ¨²limas semanas para pulsar la opini¨®n de expertos, empresarios, consejeros auton¨®micos y hasta sindicalistas y periodistas. Simposios, charlas, conferencias y ruedas de prensa para transmitir, y tambi¨¦n para captar, por d¨®nde ir¨¢n o por d¨®nde se quiere que vayan los tiros del nuevo sistema impositivo espa?ol.
Se empieza a saber qu¨¦ quiere Hacienda, pero a¨²n no est¨¢ claro c¨®mo lo quiere lograr. Con todo, las l¨ªneas maestras de la reforma ya se van perfilando: reducir la presi¨®n fiscal directa y aumentar la indirecta (lVA); acatar el mandato de no discriminaci¨®n de las familias, pero manteniendo f¨®rmulas de progresividad para que los que m¨¢s ganan paguen m¨¢s; fomentar el ahorro familiar, pero no s¨®lo por la v¨ªa de reducir la imposici¨®n directa; desincentivar la compra de viviendas (ver el Suplemento Negocios); hacer que aflore el dinero negro, pero sin amnist¨ªa fiscal; reducir el gasto p¨²blico y el d¨¦ficit sin dejar de invertir en infraestructuras; reformar la declaraci¨®n objetiva singular de comerciantes y profesionales liberales para reducir el fraude en el recargo del IVA; reducir progresivamente las retenciones sobre las rentas del capital, sin llegar a l¨ªmites de para¨ªsos luxemburgueses.En el plano t¨¦cnico, la principal novedad ser¨¢ la creaci¨®n de dos tarifas: una para la declaraci¨®n conjunta y otra para la individual. Los solteros, los casados, los viudos y los casados que opten por la declaraci¨®n conjunta tendr¨¢n una tarifa diferenciada de la de los matrimonios que opten por la declaraci¨®n conjunta.
'Splitting' corregido
Pero la declaraci¨®n conjunta seguir¨¢ siendo progresiva, es decir, no bastar¨¢ con sumar rentas y dividir por dos (splitting). El sistema elegido es el splitting corregido sumar las rentas familiares, dividirlas por dos y aplicar la tarifa resultante, pero sobre los ingresos totales (ver la tabla 1).Otro aspecto destacado es que tanto las rentas del trabajo como las del capital ser¨¢n para quien las percibe. Con la salvedad de que en los matrimonios con separaci¨®n de bienes ser¨¢ as¨ª, pero en los matrimonios bajo gananciales las rentas del capital podr¨¢n dividirse entre dos. En opini¨®n del secretario de Estado de Hacienda, la reforma del IRPF debe abordar tres aspectos fundamentales: conseguir la afloraci¨®n del dinero negro modificar el tratamiento de las rentas del capital y fomentar el ahorro de las familias.
Borrell se ha declarado dispuesto a abordar la regularizaci¨®n de las rentas y patrimonios ocultos, pero descarta radicalmente cualquier posibilidad de amnist¨ªa fiscal. A lo largo de los contactos establecidos en las ¨²ltimas semanas con empresarios y expertos, la preocupaci¨®n por el dinero negro ha sido un denominador com¨²n. Pero Hacienda no parece dispuesta a ofrecer f¨®rmulas de regularizaci¨®n. Bien al contrario, espera recibir propuestas en este sentido. "Todos hablan de la necesidad de aflorar el dinero negro, pero nadie nos ha hecho propuestas concretas", lamenta el secretario de Estado.
El tratamiento de las rentas del capital deber¨¢ acercar la normativa espa?ola a la comunitaria. En este sentido, Borrell anunci¨® el viernes que la actual retenci¨®n del 25% ir¨¢ disminuyendo progresivamente hasta situarse en el 10% en 1993. As¨ª Espa?a se alinea con la conocida propuesta de la comisaria Scrivener, descartada al no lograrse el necesario consenso entre los 12 pa¨ªses comunitarios. Las palabras de Borrell hay que enmarcarlas m¨¢s en una declaraci¨®n pol¨ªtica de intenciones que en una normativa fiscal decidida. El propio secretario de Estado hab¨ªa reconocido 24 horas antes que es una inc¨®gnita qu¨¦ ocurrir¨¢ en 1993, cuando entre en vigor de forma absoluta la libre circulaci¨®n de capitales. Espa?a adoptar¨¢ una retenci¨®n del 10%, pero nadie puede aventurar cu¨¢nto tiempo durar¨¢. La dimisi¨®n del ministro de Econom¨ªa de la RFA el pasado a?o, despu¨¦s de implantar una retenci¨®n semejante que luego se debi¨® anular para evitar la huida de capitales, es un precedente a tener en cuenta.
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