El PSOE pospone la regulaci¨®n de los casos de corrupci¨®n a una reforma reglamentaria

El PSOE, con el apoyo de CiU, el CDS y el PNV, dejar¨¢ en suspenso el estudio de las normas que iban a conceder a la Comisi¨®n del Estatuto del Diputado la capacidad de depurar responsabilidades pol¨ªticas de los parlamentarios. Los socialistas desviar¨¢n este debate hacia la reforma del Reglamento de? Congreso, en cuyo marco propondr¨¢n una nueva concepci¨®n de las comisiones de investigaci¨®n. El PSOE considera que actu¨® con "precipitaci¨®n" cuando dio el visto bueno para que la Comisi¨®n del Estatuto estudiara supuestos de corrupci¨®n influido por el tenso momento que supusieron los casos de Guerra y Naseiro.

La imposibilidad de alcanzar el consenso para regular las normas de la Comisi¨®n del Estatuto del diputado ser¨¢ el argumento que esgrimir¨¢ esta semana el residente del Congreso, F¨¦lix Pons, en la reuni¨®n de la Mesa para proponer m¨¢s tiempo para estudiar la situaci¨®n de una manera m¨¢s sosegada. Pons ha defendido que para la aprobaci¨®n de unas normas de procedimiento no debiera romperse la tradici¨®n de que hubiera acuerdo un¨¢nime en la Mesa. Adem¨¢s, se a?adir¨¢, que no hay necesidad de tanta premura, toda vez que no hay casos a investigar". Ciertamente, nadie ha propuesto que se investigue en esta comisi¨®n los casos Guerra o Naseiro.Esta decisi¨®n viene precedida de conversaciones institucionales de Pons con los portavoces parlamentarios para pedirles su opini¨®n, mientras que el ministro de Relaciones con las Cortes Virgillo Zapatero, y el presidente, del grupo socialista, Eduardo Mart¨ªn Toval, hac¨ªan otro tanto, pero desde una perspectiva pol¨ªtica, con estos mismos interlocutores.

Hasta ahora, los portavoces menos receptivos a abandonar la v¨ªa de la Comisi¨®n del Estatuto del Diputado para investigar posibles casos de corrupci¨®n pol¨ªtica eran Alejandro Rebollo, del CDS, y Miquel Roca, de CIU, por el ardor que pusieron ante el Partido Popular para convencer de que no era necesaria una comisi¨®n espec¨ªfica para el caso Naseiro ante las m¨²ltiples posibilidades que se abr¨ªan en la citada comisi¨®n.

Pasadas varias semanas, los temores han ido creciendo, y tanto entre los miembros de la Mesa con filiaci¨®n socialista como entre los dirigentes pol¨ªticos de esa militancia se ha extendido el convencimiento de que esa comisi¨®n pod¨ªa convertirse en una especie de comisar¨ªa parlamentaria en la que cupieran todo tipo de denuncias, estuvieran o no justificadas. Entre los distintos grupos no se ha alcanzado acuerdo sobre qui¨¦n tendr¨ªa capacidad de denuncia, que tipo de casos pod¨ªan ser atendidos y si la admisi¨®n de supuestos deb¨ªa ser autom¨¢tica o, por el contrario, actuar¨ªa el sistema de mayor¨ªas, y por tanto, la ¨²ltima palabra la tendr¨ªa el PSOE. Tampoco hay acuerdo sobre si a esta comisi¨®n pod¨ªan o no ser llamadas personas ajenas al Parlamento.

As¨ª las cosas, en las ¨²ltimas horas se ha decidido orillar este asunto para seguir reflexionando sobre la materia, aunque finalmente la Comisi¨®n del Estatuto ce?ir¨¢ su actuaci¨®n a supuestos de vulneraci¨®n del art¨ªculo 17 del Reglamento del Congreso, que dice lo siguiente: "Los diputados no podr¨¢n invocar o hacer uso de su condici¨®n de parlamentarios para el ejercicio de actividad mercantil, industrial o profesional". Desde luego, en este apartado no entrar¨ªan los supuestos que han rodeado al vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, ni al ex tesorero del Partido Popular ?ngel Sanchis.

La improvisaci¨®n ha acompa?ado toda esta pol¨¦mica para pasar de un af¨¢n generalizado de investigaci¨®n a las m¨¢s absolutas reservas por los excesos en los que se pod¨ªa incurrir si se aprobaran unas normas de funcionamiento de la citada Comisi¨®n del Estatuto. Ahora todo son cautelas en cuanto al perjuicio que se pod¨ªa ocasionar a un diputado al que se le imputara alguna acusaci¨®n "no debidamente fundada", seg¨²n expresi¨®n del presidente del Grupo Socialista, Eduardo Mart¨ªn Toval.

Quiz¨¢ el elemento que m¨¢s suspicacias ha levantado ha sido el del propio funcionamiento de la Comisi¨®n del Estatuto, que, seg¨²n el actual reglamento, no requiere el voto ponderado, es decir, no se tiene en cuenta qu¨¦ grupo es el mayoritario y, por tanto, todos los votos son iguales. Los socialistas hace ya tiempo que se dieron cuenta de que la mayor¨ªa deb¨ªa funcionar como en cualquier otra comisi¨®n con arreglo a la representaci¨®n popular que cada grupo tenga.

El portavoz del PNV, I?aki Anasagasti, ha terciado en este callej¨®n sin salida (ya que los socialistas en este caso no quieren imponer su mayor¨ªa) con la propuesta de que en la reforma del reglamento se entre de lleno en las comisiones de investigaci¨®n para dar a la oposici¨®n m¨¢s; posibilidades, lo que ha sido bien acogido en el PSOE. El diputado socialista y miembro de la Mesa Ram¨®n Vargas Machuca ha aportado una tesis expuesta en publicaciones de teor¨ªa pol¨ªtica.

Vargas Machuca, sugiere que "la mayor¨ªa no vete la iniciativa de propuesta de comisiones cuando lo pida un¨¢nime la oposici¨®n".