"?Eh t¨², despierta y piensa!"
'Buzz', un programa muy especial para la generaci¨®n del 'videoclip'
Si como aseguran los augures del mundo de la comunicacion, la codicia y el ego¨ªsmo de los ochenta dar¨¢n paso a la solidaridad, la filantrop¨ªa y la preocupaci¨®n por los temas sociales de los noventa, Buzz, el magazine producido en Londres por la cadena por cable norteamericana especializada en pop-rock Music Television (MTV) -que revolucion¨® con su deb¨² en 1981 la est¨¦tica de la peque?a pantalla- est¨¢ con los tiempos.
Sus creadores, Jon Klein y Mark Pellington, aseguran que est¨¢n dispuestos a despertar las conciencias de su audiencia juvenil a ritmo de videoclips. "?Eh, t¨², despierta y piensa!" es el bander¨ªn de enganche de este programa de ambiciones internacionalistas que sus creadores -a la par que lo defienden de las cr¨ªticas de superficialidad describen como "televisi¨®n en su estado puro, impresionista y con informaci¨®n emocional sobre temas universales que afecten a todos".En Buzz, las grandes estrellas del pop dar¨¢n paso -muy en la onda del populismo actual- a la gente real, estableciendo paneles internacionales -esa fantas¨ªa de la aldea global- en los que puede abordarse con id¨¦ntico v¨¦rtigo y frenes¨ª el racismo, la ecolog¨ªa, el retorno del fascismo o las formas actuales de censura.
Viaje sensorial
El programa combina los materiales m¨¢s diversos y su primera entrega, estrenada la pasada semana en el Channel-4 brit¨¢nico, inclu¨ªa un reportaje sobre el grupo catal¨¢n La Fura dels Baus, conocidos por sus novedosos espect¨¢culos. Buzz ofrece por igual un collage que desgrana -siempre desde imperativos estrictamente visuales- datos e hitos anecd¨®ticos, como la media de edad de los Rolling Stones o el promedio de palabras que se pueden pronunciar en un minuto. Como anuncia la publicidad, son "30 minutos de aceleraci¨®n, imagen y sonido, que llevan al telespectador a un sensorial viaje por el arte y la cultura del mundo".La serie, que ha sido comprada por el Channel-4 sobre un concepto general del proyecto que permite la coproducci¨®n con cualquier televisi¨®n que se interese por el magazine, no tiene ninguno de esos elementos que parecen indispensables a otros programas: ni presentador, ni estrellas invitadas, ni narrador, ni gui¨®n, ni p¨²blico. "Utilizamos v¨ªdeos, filmes de archivo, polaroids, cualquier cosa", comentaba en una entrevista Jon Klein, quien insiste en que la televisi¨®n "esta ah¨ª para ser vista".
Buzz se dirige principalmente a la generaci¨®n de telespectadores que ha crecido con la televisi¨®n y que, seg¨²n Klein -que fue asesor de informativos de una cadena y miembro de un grupo de rock-, "tiene un grado de sofisticaci¨®n mucho m¨¢s grande que las generaciones anteriores". "Lo ¨²nico que hay que hacer", apostilla Klein, "es subir el list¨®n de sus expectativas visuales".
La salida de Buzz a la arena televisiva coincide con cambios sustanciales en la cadena MTV un peque?o mito en el mundo de la televisi¨®n cuyo impacto en la m¨²sica, la moda, los programas de televisi¨®n -Corrupci¨®n en Miami es un claro ejemplo- y la publicidad, ni sus cr¨ªtico ponen en duda. Alg¨²n comentarista ha se?alado la transici¨®n reciente desde su inicial iconoclasia hacia lo que podr¨ªa denominarse un neoclasicismo, que incluye una reformulaci¨®n de su parrilla desde t¨¦rminos m¨¢s convencionales.
La preocupaci¨®n por temas serios, no s¨®lo de tipo social, tampoco es nueva. Paralelamente al flujo incontinente de m¨²sica -24 sobre 24 horas-, la MTV (que firm¨® recientemente un contrato con la cadena Antena-3) ha ido introduciendo progresivamente otro tipo de programas, sobre todo desde el baj¨®n de audiencia que se produjo en 1987.
Desde comedias -Monty Python flying circus, The young ones- a parodias de concurso que se han probado con gran ¨¦xito, como Control remoto, un concurso-espect¨¢culo en el que las preguntas pueden ser tremendamente f¨¢ciles o endiabladamente complicadas; programas de l¨ªnea directa con la audiencia, como Dial MTV; un espacio de cine, The big picture, que incluye irreverentes rese?as de los estrenos, y debates y entrevistas sobre la actualidad inmediata.
Generaci¨®n de v¨ªdeo
El intento de Buzz de servir temas serios a la generaci¨®n de la m¨²sica v¨ªdeo ha sido recibido con expectaci¨®n pero con las naturales reservas. "Nunca antes se hab¨ªan repasado los temas de actualidad tan vertiginosamente", se escrib¨ªa estos ¨²ltimos d¨ªas en la revista norteamericana Time.Alg¨²n cr¨ªtico brit¨¢nico ha ido m¨¢s directamente al tal¨®n de Aquiles de tan ambicioso proyecto. Con alg¨²n sarcasmo comparaba uno de ellos la vocaci¨®n internacionalista y la f¨®rmula de Buzz con el anuncio United colors de Benetton. No basta con un vistoso montaje y un gran despliegue gr¨¢fico para hacer un buen programa, se ha dicho.
Mientras tanto, los creadores del nuevo magazine insisten en que la confusi¨®n visible entre los diferentes materiales s¨®lo es un reflejo del mundo: "Un lugar confuso tambi¨¦n". "Es la impresi¨®n lo que cuenta". Y agitar y sacudir al telespectador "para que se cuestione lo que ve y sea consciente de que est¨¢ siendo manipulado", afirman los creadores de Buzz.
A la cr¨ªtica sobre la superficialidad que puede ofrecer el programa, responde Klein: "No intentamos ser informaci¨®n, arte o asunto p¨²blico. Estamos creando un nuevo lenguaje visual. Si Buzz consigue que los espectadores sean m¨¢s activos que pasivos, entonces habremos triunfado".
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