Cr¨ªtica y cine

Acabo de leer el art¨ªculo de N¨¦stor Almendros sobre Eisenstein en el suplemento de Artes del 5 de mayo. Me decido, aprovechando la ocasi¨®n, a escribirles para plantear ciertas dudas que desde hace tiempo me rondan la cabeza a prop¨®sito del cine y la cr¨ªtica cinematogr¨¢fica.Nos dice N¨¦stor Almendros que el prestigio de Eisenstein desciende r¨¢pidamente, arrastrado por el resquebrajamiento de los reg¨ªmenes comunistas. Aunque, seg¨²n parece ¨¦l opinar, el valor de Eisenstein es estrictamente cinematogr¨¢fico y no se le debe juzgar por cuestiones ideol¨®gicas, pol¨ªticas, hist¨®ricas o de cualquier otra ¨ªndole distinta de lo cinematogr¨¢fico, y, por tanto, de lo est¨¦tico. Parece l¨®gico.

Y, sin embargo, yo siempre me he preguntado, si existir¨ªan tales criterios estrictamente cinematogr¨¢ficos a la vista de lo que se entiende habitualmente por cr¨ªtica de cine. La mayor parte de las veces, estos cr¨ªticos se dedican a glosar la historia narrada en la pel¨ªcula y a juzgar la ¨¦tica o la moral que se desprende de dicha historia. Pero, ?es eso el cine? ?Juzgar¨ªa alguien las ¨®peras de Verdi por la vacuidad y el absurdo de algunos de sus argumentos? ?Podr¨ªa condenarse la pintura de C¨¦zarme por el nulo inter¨¦s intelectual que supone pintar manzanas y mas manzanas? Se pueden condenar las pel¨ªculas de Eisenstein por su supuesta fidelidad al r¨¦gimen de Stalin, o las de Visconti por su aristocratismo decadente. Pero, ?qui¨¦n se atrever¨ªa a condenar por los mismos motivos las m¨²sicas de Shostak¨®vich. y Prok¨®fiev, o la literatura de Proust y Wilde?Realmente se echa de menos una cr¨ªtica cinematogr¨¢fica que nos hable de cine sin irse por las ramas. Ya nos encargaremos los espectadores de filosofar a nuestro antojo sobre las pel¨ªculas. Y, en cualquier caso, loado sea E?senstein (?y Visconti tambi¨¦n, claro!).-

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