Un presidente tranquilo y experimentado
Millones de votantes coinciden con el lema de los carteles electorales del l¨ªder rumano
"Iliescu es tranquilidad y experiencia". Millones de rumanos coinciden plenamente con este lema de los carteles electorales del presidente rumano, l¨ªder m¨¢ximo del Frente de Salvaci¨®n Nacional (FSN) y casi seguro futuro presidente electo. Iliescu es un hombre simp¨¢tico, que inspira confianza. Tiene una sonrisa amplia y emana sosiego. Ha vivido siempre en Rumania y ha compartido las penalidades de este pueblo bajo una dictadura comunista a la que sirvi¨® hasta que ¨¦sta degener¨® en un sangriento r¨¦gimen del absurdo bajo el mando de Ceausescu.Los dos contendientes de Iliescu vivieron las ¨²ltimas d¨¦cadas en el exterior, el liberal Radu Campeanu, en Par¨ªs; el conservador del Partido Nacional Campesino, Ion Ratiu, en Londres. "Iliescu estaba aqu¨ª mientras esos dos viv¨ªan bien". Que Iliescu, alto funcionario comunista toda su vida, no vivi¨® tan mal como los rumanos de a pie lo saben todos los electores.Miembro del Comit¨¦ Central, secretario del mismo y hombre fuerte, cay¨® en desgracia tras el infausto viaje de Ceausescu a China en 1971. Entonces, el dictador regres¨® a Rumania entusiasmado por la idea de crear su propia revoluci¨®n cultural, a semejanza de la de Mao en China, y formar al nuevo hombre.
Iliescu era un comunista, pero nunca fue un sumiso funcionario que compensara la mediocridad con el halago f¨¢cil y la complicidad d¨®cil en la criminal empresa que Ceausescu proyectaba. Sus cr¨ªticas al dictador fueron quiz¨¢ las m¨¢s osadas que ning¨²n funcionario rumano ha hecho nunca al conducator ejecutado.
Cesado entonces como secretario del Comit¨¦ Central, pas¨® a dirigir el partido comunista en los distritos de Iasi y Timisoara. Siempre tuvo una buena imagen de trabajador y siempre se esforz¨® por paliar los dramas cotidianos de los rumanos bajo Ceausescu.
Como ingeniero hidr¨¢ulico fue despu¨¦s presidente del Comit¨¦ de Aguas, en un nombramiento que no significaba otra cosa que una radical degradaci¨®n.
Muchas veces se habl¨® de Iliescu como el posible hombre fuerte que pusiera fin a la demencia de la familia Ceausescu, y son muchos los indicios de que, desde la llegada de Mija¨ªl Gorbachov al poder en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, era el candidato del Kremlin para reinstaurar un r¨¦gimen razonable, que no democr¨¢tico en el sentido occidental, en Rumania.
Coet¨¢neo de Gorbachov
Iliescu estudi¨® en Mosc¨². Es, a sus 60 a?os, coet¨¢neo de Mijail Gorbachov. No ocultan sus simpat¨ªas mutuas, que resultan muy sospechosas a parte de los rumanos, antirrusos todos desde hace siglos y mucho m¨¢s despu¨¦s de serle arrebata a Rumania la actual Moldavia sovi¨¦tica y del implacable estalinismo que sufri¨® este pa¨ªs.
Iliescu. es un hombre honrado, seg¨²n coinciden casi todos los rumanos, demasiado conciliador para algunos y, seg¨²n rumores de antiguos colaboradores, quiz¨¢ algo d¨¦bil. Lo ha sido alguna vez en esta turbulenta transici¨®n en la que la inestabilidad pol¨ªtica ha estado a punto de desembocar en tragedia en muchas ocasiones. Sus detractores le han acusado tan s¨®lo de haber sido comunista, argumento de poco peso en un pa¨ªs donde pr¨¢cticamente todo aquel que trabajaba en alg¨²n puesto de m¨ªnima responsabilidad o quer¨ªa estudiar ten¨ªa forzosamente que hacerse con el carn¨¦ del partido.
Por su parte, el presidente Ion Iliescu no ha tenido que hacer excesivos esfuerzos para comprender las razones de los centenares de miles de rumanos que se comprometieron con la dictadura para sobrevivir o vivir en una miseria un poco m¨¢s soportable que las ajenas.
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