Detroit logr¨® su segunda victoria sobre Chicago con el enfado de Jordan
Michael Jordan, lesionado e incapaz de resolver la defensa de los Detroit Pistons, reserv¨® el martes su furia para su propio equipo, los Chicago Bulls. Rega?¨® fuertemente a sus compa?eros en el descanso, tir¨® una silla en el vestuario al finalizar el partido y se march¨® de la cancha sin despedirse. Todo fue en vano, porque los campeones Pistons se apuntaron otra victoria, por 102-93, para tomar una ventaja de 2-0 en la semifinal de la NBA.
No hay equipo que tenga mejor defensa. Jordan logr¨® ¨²nicamente 16 lanzamientos y 20 puntos, precisamente la mitad de su media en los play-offs. Mientras tanto, el N¨¦mesis de Jordan, Joe Dumars, sum¨® 31.Dumars es el antiJordan, el ¨²nico jugador capaz de ganarle un mano a mano a la figura m¨¢s temida de la NBA. Mide solamente 1,83, pero lo suficiente para robarle el espect¨¢culo a Jordan. En dos partidos frente a Chicago ha sumado 58 tantos cuatro m¨¢s que Jordan. El martes ¨¦l mismo puso fin a las esperanzas de los Bulls con nueve puntos al final del tercer tiempo y el inicio del cuarto. Esta explosi¨®n individual transform¨® una diferencia de 66-67 en una ventaja de 80-69.
"Joe se est¨¢ colocando al nivel de los mejores bases de la Liga", afirm¨® de su compa?ero de equipo Dennis Rodman. "Joe tiene muchas armas para ganar a Jordan. Jordan tiene que trabajar para prohibirle que Joe inicie sus entradas y anote sus puntos. Puede ser el jugador m¨¢s grande del mundo pero llega el momento en que te agotas. Si nosotros jugamos una defensa dura podemos detener a cualquiera. Jordan es humano, como los dem¨¢s'".
Otro partido t¨ªpico
Fue otro partido t¨ªpicamente de Detroit: fuerte, sin belleza alguna en su juego. La defensa de los Pistons es totalmente impenetrable, sin deficiencias t¨¦cnicas. La ¨²nica raz¨®n de que Chicago pudo remontar una diferencia de 17 puntos fue que Detroit tiende a sufrir fallos de concentraci¨®n. Se descuidan con el bal¨®n en la ofensiva y permiten al otro equipo canastas f¨¢ciles en el contraataque.
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