El fiscal reduce la pena para el hombre que agredi¨® a los presuntos violadores, de su hija
Antonio Otero, el hombre que el 1 de noviembre de 1986 asest¨® un martillazo a un joven y dispar¨® contra otro en una calle de Vallecas, reiter¨® ayer ante el tribunal que le juzga que lo hizo "Instintivamente" tras escuchar de labios de su hija de 13 a?os que cinco j¨®venes la hab¨ªan violado. El fiscal redujo su petici¨®n de 27 a 12 a?os de prisi¨®n por homicidio frustrado con abuso de autoridad, mientras que el abogado pidi¨® ocho meses de c¨¢rcel por tenencia il¨ªcita de armas y una falta de lesiones, con la atenuante de enajenaci¨®n mental transitoria.
"Pap¨¢, pap¨¢, cinco chicos me han violado", le dijo Sara a su padre cuando lleg¨® a su casa a las cuatro de la madrugada, sucia y magullada. Sara explic¨® ayer que su padre se puso a llorar y que le propuso ir a la polic¨ªa, pero ella se neg¨®. Antonio Otero comenz¨® entonces a recorrer Vallecas con su compa?era, Concepci¨®n Garc¨ªa Castro, para tratar de localizar a los j¨®venes que su hija hab¨ªa descrito: Juan Guill¨¦n, El Largo, con su hermano Mario, y otro amigo, Jose, que iba escayolado y cuyo nombre result¨® ser Antonio Oliveros.Seg¨²n declararon ayer estos tres j¨®venes, que cuando ocurrieron los hechos eran menores de edad, Antonio Otero les abord¨® hacia las ocho de la tarde del d¨ªa siguiente. Se identific¨® como polic¨ªa, les pregunt¨® si conoc¨ªan a su hija, y cuando ¨¦stos asintieron les orden¨® que subieran al coche, pero se negaron. Entonces Otero sac¨® el martillo y el arma y ellos se dieron a la fuga.
Otero lanz¨® el martillo, que dio en la cabeza a uno de ellos y dispar¨® un tiro que penetr¨® por la espalda de otro. Otero declar¨® que la pistola se la hab¨ªa dado un conocido de la prisi¨®n de C¨®rdoba, al que se encontr¨® en un bar.
Seg¨²n las primeras conclusiones del fiscal, Otero, tras o¨ªr una confusa historia de violaci¨®n y drogas que su hija le cont¨® al llegar a casa, donde ¨¦l la esperaba preocupado, sali¨® a la calle para tomarse la justicia por su mano. Sin embargo, el fiscal modific¨® las penas que hab¨ªa solicitado. Los 24 a?os por asesinato con premeditaci¨®n pasaron a nueve a?os por homicidio frustrado con abuso de superioridad. Mantuvo los tres a?os por tenencia il¨ªcita de armas y a?adi¨® tres meses por intento frustrado de detenci¨®n ilegal.
El fiscal reduce la pena al agresor de los supuestos violadores
Otero, que trabaja en un taller de bolsos de Vallecas con su compa?era y su hija, manifest¨® que su intenci¨®n era aclarar las cosas y que llevaba el martillo y la pistola como protecci¨®n.El psic¨®logo Alejandro ?vila, profesor titular de la Facultad de Psicolog¨ªa de la Universidad ,Complutense, explic¨® al tribunal que Otero reaccion¨® por la "amenaza insoportable a su imagen" que supon¨ªan los hechos y que sufri¨® un trastorno de personalidad, "ya que durante todo el tiempo que estuvo buscando a los j¨®venes ni durmi¨® ni descans¨®", por lo que no lo consideraba un acto calculado. Tambi¨¦n a?adi¨® que el hecho de verlos f¨ªsicamente pudo reavivar sus sentimientos. El psic¨®logo describi¨® a Otero como una persona sumisa, t¨ªmida, desconfiada y prudente, con dificultades para transmitir sus sentimientos y a la que no le gusta hacer da?o.
La presunta violada, que finalmente interpuso una denuncia ante la polic¨ªa, que se tramita en el Juzgado n¨²mero 26 de Madrid, manifest¨® que en un primer momento se sent¨ªa muy confusa. "Fuimos a una casa abandonada y me dieron un Rohipnol dici¨¦ndome que me iba a sentir muy bien. Luego me dorm¨ª y, de repente, sent¨ª un dolor que me despert¨® y vi a uno de ellos sobre m¨ª", explic¨® Sara. Las dos amigas que iban con ella se hab¨ªan marchado y en la casa s¨®lo estaban los tres j¨®venes y otros dos que llegaron en un seiscientos.
Permiso para quedarse
Entre todos le dijeron que la llevaban a casa para que pidiera permiso para quedarse m¨¢s tiempo. Alrededor de las once de la noche, la compa?era de Antonio Otero le dio autorizaci¨®n, pero not¨® algo raro en ella, por lo que se asom¨® al balc¨®n y la vio subir en un seiscientos blanco.
Seg¨²n la declaraci¨®n de Sara, en este coche se dirigieron al campo y los cinco j¨®venes la tumbaron en el suelo, "se pusieron en corro e iban pasando uno a uno". El presidente del tribunal, F¨¦lix Alfonso Guevara Marcos, tras advertir de que el juicio no era por su presunta violaci¨®n, inquiri¨® a Sara por qu¨¦ pidi¨® m¨¢s tiempo si notaba algo raro. La joven, que abandon¨® los estudios tras estos hechos, manifest¨® que no era consciente de lo que pasaba a causa de las pastillas.
El abogado defensor, Fernando Salas, manifest¨® en sus conclusiones que Otero, cuando vio a su hija, de 13 a?os, "adem¨¢s de sentir un profundo dolor, sufri¨® tal impacto emocional que perdi¨® la capacidad de raciocinio, entrando en una situaci¨®n ps¨ªquica de arrebato u obcecaci¨®n que le produjo un estado pasional que entra dentro del campo de la eximente incompleta de trastorno mental transitorio".
Antonio Otero ha cumplido siete meses de prisi¨®n preventiva. Fiscal y defensor coinciden en la solicitud de indemnizaciones, fijadas en 90.000 pesetas para Antonio Oliveros, que sufri¨® el disparo, y 40.000 pesetas para Juan Guill¨¦n, que result¨® lesionado por un martillazo.
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