Los Camp deber¨¢n devolver 1.700 millones a Benckiser por la venta de su empresa

La familia Camp tendr¨¢ que devolver 1.700 millones de pesetas a Benckiser por la venta de la empresa de detergentes que lleva su nombre, que se hab¨ªa fijado en 31.000 millones. El desembolso definitivo estaba pendiente de un proceso de arbitraje entre comprador y vendedor que ha terminado esta semana. Sobre la operaci¨®n pesa a¨²n el contencioso de la multinacional Procter & Gamble contra Camp y Benckiser por considerar que la compra ya se hab¨ªa acordado con ella.

El arbitraje, que comenz¨® a plantearse el pasado mes de febrero, ha sido dirigido por el catedr¨¢tico de Derecho Mercantil de la Universidad Complutense, Bercovitz. La representaci¨®n de Benckiser la ha tenido el despacho J & A Garrigues y la de la familia Camp el de ?scar Alzaga. Seg¨²n las conclusiones, no se ha descubierto ning¨²n agujero o actuaci¨®n anormal y los 1.700 millones de pesetas que tiene que devolver la familia catalana responden a ajustes contables.Estos ajustes se refieren, b¨¢sicamente, a provisiones de jubilaciones, provisiones de depreciaci¨®n de activos inservibles, mayores amortizaciones de activos fijos, diferencias en contabilidad de activos en leasing y activaci¨®n incorrecta de gastos de publicidad. El an¨¢lisis de los libros de la empresa los han hecho las firmas auditoras Arthur Andersen, Peat & Marwick y Ernst & Young y los despachos de Leandro Ca?ibano y F¨¢bregas y Mercader.

El planteamiento de arbitraje para fijar el precio definitivo de la compraventa suele ser normal en estos casos, seg¨²n expertos en estas cuestiones. Sin embargo, la mayor¨ªa de las veces suele hacerse siempre antes de formalizarse entre las dos partes. En este caso, hay cuestiones espec¨ªficas que llevaron a que la operaci¨®n se hiciera de forma cel¨¦rica que explican que se acordara hacer un arbitraje posterior.

La firma alemana realiz¨® la compra de Camp cuando todo indicaba que la empresa de detergentes catalana iba a pasar a manos de la multinacional estadounidense Procter & Gamble, que hab¨ªa llevado las negociaciones a trav¨¦s de su filial espa?ola. P&G denunci¨® entonces que los hermanos Camp hab¨ªan roto el compromiso adquirido con ellos y que, seg¨²n fuentes de la propia multinacional, hab¨ªa sido autorizada por la Direcci¨®n General de Transacciones Exteriores.

Demanda de Procter

Tras la primera denuncia, el juzgado de primera instancia de Barcelona exigi¨® el dep¨®sito de las acciones, lo que imposibilitaba la transmisi¨®n de las acciones. Asimismo, P&G solicit¨® que se dictase nula la venta a Benckiser con el argumento de que se hab¨ªa actuado de mala fe. Sin embargo, en octubre se decidi¨® levantar el dep¨®sito de las acciones lo que permit¨ªa la transacci¨®n. Posteriormente, en febrero, el mismo juzgado dispuso que no admit¨ªa las medidas cautelares pedidas sobre mala fe y doble venta.El caso, no obstante, est¨¢ sin resolver. Si se resuelve a favor de P&G, ¨¦sta podr¨¢ reclamar la titularidad de las acciones de Camp o exigir indemnizaci¨®n por da?os y perjuicios. Sin embargo, el precedente de aquella resoluci¨®n deja pocas esperanzas.