Un alcalde Prol¨ªfico
De su biograf¨ªa se desprende que Salm¨®n escrlb'¨® a los 20 a?os su prinicra obra, El canallita, a la que sigui¨® La calle delpecado. En un solo a?o, 1945, cuando cumpli¨® 23 a?os, estren¨® Sangre ind¨ªgena, Prisionero de guerra, M¨ª madrefue una chola. No cabe duda de que esta proliferaci¨®n la habr¨ªa Firmado el mism¨ªsimo escribidor Pedro Camacho.Est¨¢ orgulloso Salm¨®n de haber sido junto con otro, Mario Castro, las dos ¨²nicas personas que lograron desdeabajo convertirnos en due?os de empresas de comunicaci¨®n. El resto son los padres que les han comprado para sus hijos". Los empresarios que les ha gustado ejercitar la tentaci¨®n de que un medio de comunicacion da mucho poder, que no es cierto. Creer, y equivocarse, que el periodista tiene fuero. Volv¨ª con alg¨²n dinero de Per¨² y trabajando, trabajando, ten¨ªa una casa y la empe?¨¦, jugu¨¦ a los dados y sal¨ª del paso, con mucha suerte. Lo que ve usted, este edificio de 11 pisos, ha salido de la publicidad, en tiempos buenos de la vida econ¨®mica de este pa¨ªs.
Seg¨²n Salm¨®n, "el ejercicio de los medios de comunicaci¨®n, si usted toma los temas de defensa del pueblo, le dan cierta aureola de popularidad". El salto de Salm¨®n a la pol¨ªtica fue casi inevitable. Explica que un d¨ªa el presidente V¨ªctor Paz Esterissoro le dijo que no podr¨ªa librarse de la presi¨®n para entrar en pol¨ªtica. El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) le pidi¨® que se presentase como su candidato a la alcald¨ªa de La Paz. Los cr¨ªticos de la derechizaci¨®n del MIR se?alan como uno de los hitos en ese proceso la presentaci¨®n de Salm¨®n como candidato.
A medio hacer
Todav¨ªa muchos se acuerdan en La Paz de anteriores desempe?os de Salm¨®n al frente de la alcald¨ªa, que no se detuvieron ni siquiera durante la dictadura de Luis Garc¨ªa Meza. La primera vez que Salm¨®n lleg¨® a la alcald¨ªa fue con la llamada carambola democr¨¢tica en 1979, cuando Walter Guevara asumi¨® la presidencia. Salm¨®n continu¨®, tras la ca¨ªda de Guevara, porque "mis obras estaban a medio hacer, una plaza por ac¨¢, un alcantarillado por este lado". Sigui¨® dos a?os m¨¢s y continu¨® en la alcald¨ªa durante la dictadura de Garc¨ªa Meza. Algunos no olvidan la presencia de Salm¨®n en el momento en que la dictadura vol¨® el edificio de la Confederaci¨®n Obrera Boliviana (COB).
Los cr¨ªticos de su actividad recuerdan su af¨¢n asfaltador, que cubri¨® algunas calles de La Paz que ten¨ªan un hermoso adoquinado. "A Salm¨®n se le confundieron los partidos de tanto ir de uno para otro", dijo un cr¨ªtico.
Babelia
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