El fantasma de El Pardo

I. C. Carlos Andr¨¦s P¨¦rez no ha puesto ning¨²n inconveniente en hospedarse en el palacio de El Pardo, donde el protocolo espa?ol suele alojar a los jefes de Estado que efect¨²an visitas oficiales.

Su predecesor en la jefatura del Estado venezolano, Jaime Lusinchi, rehus¨®, en cambio, hospedarse en el Pardo durante sus visitas oficiales de 1986 y 1988 para, seg¨²n explic¨®, "no encontrarse con el fantasma de Franco" y se aloj¨® en un hotel.

La verdadera raz¨®n era, seg¨²n recuerdan funcionarios de protocolo, que en el Pardo no estaba prevista una habitaci¨®n para su secretaria Blanca Ib¨¢?ez, que para Lusinchi era algo m¨¢s que una fiel y eficaz colaboradora. "La comunicaci¨®n con Blanca era m¨¢s f¨¢cil en el hotel Ritz", ironiz¨® un funcionario venezolano. El ex presidente acab¨® separ¨¢ndose de su esposa, y pasa ahora largas temporadas con Blanca en Orlando (EE UU).

Alg¨²n miembro del s¨¦quito que acompana a P¨¦rez a Madrid, como Armando Dur¨¢n, titular de la cartera de Turismo, fue tambi¨¦n ministro con Lusinchi. Los colaboradores de Dur¨¢n recuerdan que, a pesar de que su ministro era considerado como un hombre de confianza de Lusinchi rompi¨® bruscamente con ¨¦l y fue nombrado embajador en Uruguay. Dur¨¢n, se asegura, sali¨® del Gobierno el mismo d¨ªa en que su presidente le pidi¨® que despachase con Blanca algunos asuntos.