La garra de Leopardi

Giacomo Leopardi (1798-1837), que con el Dante quiz¨¢ sea el poeta con m¨¢s gancho popular en Italia, es el protagonista de la exposici¨®n Giacomo Leopardi: la vida, los lugares, las obras, que ayer se inaugur¨® en la Biblioteca Nacional, en Madrid. La muestra se incluye en el marco de Italespa?a, manifestaciones culturales promovidas por los ministerios de Asuntos Exteriores de ambos pa¨ªses.

La exposici¨®n, que despu¨¦s de Madrid visitar¨¢ Bonn, Avi?¨®n, Marsella, Zurich y Viena, se nutre de fondos del Centro Nazionale di Studi Leopardiani de Recanati, de la Biblioteca Nazionale de N¨¢poles y del Gabinetto Vieusseux de Florencia. Se trata de presentar un itinerario de Leopardi, acompa?ado por datos hist¨®ricos, pol¨ªticos, econ¨®micos y sociales sobre la Italia y la Europa de la ¨¦poca, con im¨¢genes y cartas.Como complemento, el lunes comienzan en la Biblioteca Nacional, y se clausurar¨¢n el mi¨¦rcoles en el Instituto Italiano de Cultura, unos Encuentros literarios en torno a Giacomo Leopardi, donde ponentes como Antonio Colinas, Blanca Mu?iz, Achille Tartaro, Rafael Argullol, Carlo Ferrucci, Mario Petrucciani, Liana Cellerino Cesare Galimberti y Antoni Mar¨ª estudiar¨¢n los temas po¨¦ticos y filos¨®ficos leopardianos adem¨¢s del reflejo de la tradici¨®n y de la modernidad en su obra.

La fama de que goza en Italia el autor de Apressamento della morte, Diario d'amore o I canti no tiene el mismo eco fuera de su pa¨ªs; baste con recordar la significativa an¨¦cdota del cambio de t¨ªtulo en Espa?a de la pel¨ªcula de Luchino Visconti Vaghe stelle dell'Orsa (cita textual de un verso del poeta): aqu¨ª la rebautizaron como Sandra.

Ni?o prematuro, deforme, desarroll¨® una ins¨®lita capacidad autodidacta: adolescente, dominaba las lenguas cl¨¢sicas y algunos idiomas modernos. Desde entonces le posey¨® la fiebre de escribir dramas y versos. La salud se le resinti¨®, hasta el punto de perder la visi¨®n de un ojo y de padecer una dolencia en la m¨¦dula espinal que no le abandonar¨ªa.

La amargura y la melancol¨ªa se traslucen en su obra. Apressamento della morte, escrito en 1816 y s¨®lo publicado en 1835, responde formalmente a la herencia del Dante y Petrarca, pero la voz de Leopardi tiene ya su personal tinte sombr¨ªo. Diario d`amore surge del desesperado amor hacia su prima Gertrude, casada. A Silvia es una eleg¨ªa por Teresa Fattorini, hija del cochero de su padre. En los a?os siguientes llevar¨¢ una existencia itinerante, con obra no s¨®lo po¨¦tica, sino filos¨®fica como Operette morali, y avanzar¨¢ en su gran dietario Zibaldone. Acosado por penurias econ¨®micas, se refugia en Recanati, pero con el apoyo de amigos se instala en Florencia y publica I canti. Se enamora fatalmente de la bella Fanny Targioni-Tozzetti. El c¨®lera le fulminar¨¢ en N¨¢poles.