Benckiser y Procter & Gamble buscan una soluci¨®n negociada al 'caso Camp'

Benckiser y Procter & Gamble, las dos multinacionales que han litigado durante un a?o por la propiedad de Camp, han iniciado negociaciones para firmar la paz. Mientras los equipos jur¨ªdicos de las dos sociedades buscan una soluci¨®n negociada, los Camp consideran que ellos no tienen que contribuir a ninguna aportaci¨®n.

El enfrentamiento entre las multinacionales s¨¦ produjo tras la adquisici¨®n, el 14 de julio de 1989, de Camp por parte de la alemana Benckiser. La operaci¨®n, que se cerr¨® entrada la madrugada, sorprendi¨® a la estadounidense Procter & Gamble, cuyos responsables adujeron que la familia Camp hab¨ªa acordado con ellos la venta previamente. Ello supuso que, inmediatamente, presentase acciones legales contra los nuevos y los anteriores propietarios.El caso se puso en manos de conocidos bufetes de abogados, actuando el despacho J & A Garrigues para Berickiser; los abogados Dionisio Mart¨ªnez y Jos¨¦ Manuel Otero Lastres para Procter; ?scar Alzaga para los hermanos Alberto y Juan Camp y el abogado barcelon¨¦s Miguel Mu?oz Pereira para Jos¨¦ Camp, el hermano mayor. El conflicto ha continuado hasta hoy, fecha en la que todav¨ªa hay en curso cuatro procedimientos y tres apelaciones.

Las nuevas relaciones se han entablado entre los abogados de las multinacionales. El acuerdo entre ellos es imprescindible, pero tambi¨¦n deben entrar en juego los hermanos Camp, que se encuentran entre las dos partes y sin los que no es posible el pacto. ?ste se tiene que entablar en relaci¨®n a la cesi¨®n de las acciones de Camp a uno de los dos interesados y la indemnizaci¨®n al otro. Adem¨¢s, se retirar¨ªan todos los procedimientos en marcha, la mayor parte interpuestos por la firma norteamericana.

Arbitraje

Tal como se han desarrollado los acontecimientos hasta la fecha, parece que el definitivo poseedor de las acciones ser¨ªa Benckiser, que tendr¨ªa que indemnizar a Procter con una cantidad pactada. En este pago se pide la participaci¨®n de los Camp. Sin embargo, fuentes de la familia han comentado que entienden que no hay raz¨®n para que ellos contribuyan con ninguna aportaci¨®n econ¨®mica. P&G ha ido reduciendo su petici¨®n paulatinamente hasta situarla por debajo de los 1.000 millones de pesetas.En cualquier caso, los Camp tienen que estar de acuerdo si Benckiser decide satisfacer las demandas de P&G. Camp y Benckiser, precisamente, recibieron recientemente los resultados del laudo arbitral del catedr¨¢tico Alberto Bercowitz para fijar el precio de la operaci¨®n de venta. Seg¨²n el arbitraje, el precio definitivo es de 29.300 millones, lo que ha supuesto una rebaja de 1.716 millones respecto a los 3 1.000 fijados al principio. La valoraci¨®n de Arthur Andersen cifraba la diferencia en 2.823 millones, de manera que cada Camp tendr¨ªa que devolver al comprador 941 millones. En la valoraci¨®n participaron, despu¨¦s, otras firmas auditoras. Benckiser hab¨ªa reclamado, adem¨¢s, otros 3.689 millones de pesetas por revalorizaciones de inmovilizado, gastos activados, por no estimar procedente el descuento fiscal de ajustes deducibles, y otros conceptos