Jos¨¦ Mat¨ªa Garc¨ªa

en un pa¨ªs extranjero es un proceso de aprendizaje. Siendo un simple abogado brit¨¢nico, quiero expresar mi estupor ante la sentencia sobre cel periodista don Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa. Esto no s¨®lo es consecuencia del hecho de llevar a alguien a la c¨¢rcel por decir la verdad. Lo que me sorprende es que puede existir en una supuesta democracia un delito de "desacato a la autoridad". Me sorprende todav¨ªa m¨¢s que un Gobierno que se dice progresista no haya utilizado sus consecutivas mayor¨ªas para abolir dicho delito. Su mera existencia supone que una persona que busca y acepta un cargo p¨²blico goza de mayor protecci¨®n ante la ley que un ciudadano que se dedica a sus propios asuntos, cuando en una democracia deber¨ªa ser totalmente al rev¨¦s.Se esperaba que el Tribunal Constitucional hubiera buscado cualquier argumento para estimar el recurso del se?or Garc¨ªa:

1. La veracidad de las acusaciones. Que se emplee un tono ofensivo debe entrar dentro de la veracidad del asunto, ya que cabe cualquier calificativo para describir a un diputado que roba dinero al erario p¨²blico.

2. Lo dificil que es argumentar que comentarios sobre un diputado suponen desacatar a las Cortes en las cuales tiene su esca?o.

3. La afirmaci¨®n del presidente de dichas Cortes de que la inst¨ªtuci¨®n no tiene inter¨¦s alguno en que sea protegida su imagen de esta manera.

4. Un delito como el de desacato a la autoridad debe considerarse inconstitucional por no respetar la igualdad de todos ante la ley, por tanto, dejar¨ªa de surtir efecto cualquier condena basada en ello.

Me sorprende adem¨¢s la pasividad del fiscal del lugar ante las acciones del se?or Roca mientras procede con tanto entusiasmo ante el se?or Garc¨ªa-

Sidney M. Perera.

admiro a todo aquel que consigue lo que sepropone a base de- esfuerzo y trabajo. Por ello, siento verdadera admiraci¨®n po r ese periodista que en sus comierizos dorm¨ªa incluso en el diario en el que trabajaba con tal de no perderse ninguna noticia; por ese periodista que d¨ªa tras d¨ªa, incluso s¨¢bados y domingos, est¨¢ diariamente en la cita con su audiencia radiof¨®nica; por ese notario de la actualidad que sigue al pie del ca?¨®n cuando la vuelta ciclista recorre nuestro pa¨ªs; en una palabra, por ese periodista llamado Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa.Odio y, sobre todo, desprecio a todo aquel que no siente respeto por los dem¨¢s, ya que, entre otras cosas, pierde el respeto por s¨ª mismo. Desprecio a ese periodista que aprovecha el poder de su medio de trabajo para vejar a compa?eros de profesi¨®n, incluidos, en ocasiones, los de su propia empresa; a ese periodista que no duda en conceder bula a sus amigos (Clemente, Schuster, etc¨¦tera) cuando lo cree oportuno; a ese periodista que persigue a pol¨ªticos, directivos y ¨¢rbitros, cuando no son de su cuerda; en una palabra, a ese periodista que se cree siempre en posesi¨®n de la. verdad.

Espero que Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa, en estos duros momentos que debe estar pasando, aprenda la lecci¨®n que le han proporcionado colegas de medios a los que ¨¦l no ha regateado ning¨²n improperio; a profesionales de la cadena SER, de TVE, de la cadena COPE y de un largo etc¨¦tera, entre los que se incluye este diario, que no han dudado en romper una lanza en favor de su defensa, olvidando la horrorosa forma que tiene de hacer periodismo.

Deseo que todo esto le proporcione al se?or Garc¨ªa la clarividencia suficiente para darse cuenta de que (utilizando una frase suya) "el bien nacido" no es aquel que lo dice, sino el que lo demuestra.-

Juan Antonio Asenjo Rufo.