Genuino sabor americano

Liberia naci¨® para ser un peque?o trozo de EE UU en la costa occidental africana. Su moneda (d¨®lar liberiano), su bandera (rayas rojas con una estrella azul en la esquina superior izquierda), sus instituciones (Senado y Congreso), todo tiene inconfundible sabor norteamericano. Su historia, en cambio, especialmente en los ¨²ltimos 10 a?os, lleva la marca de uno de los m¨¢s sangrientos Gobiernos autocr¨¢ticos del continente negro.Samuel Doe inici¨® su Gobierno hace 10 a?os con un golpe de Estado. "Abrid, en nombre de la revoluci¨®n", grit¨® al dirigir el asalto al palacio de William Tolbert , quien, junto a los miembros de su Gobierno, fue asesinado en el acto. Otros 200 altos funcionarios fueron ejecutados en los d¨ªas sucesivos en la playa de Monrovia.

A?o tras a?o, a ra¨ªz de las decenas de intentos de golpes de Estado para derrocarle, reales o ficticios, Doe fue eliminando a los compa?eros que le hab¨ªan ayudado a eliminar el poder de los congos. Sus venganzas fueron crueles. Ejemplo representativo fue el castigo impuesto a Quoyumba, conocido como El Tuerto, que intent¨® un golpe hace cinco a?os. Adem¨¢s de ser ejecutado y despedazado, sus miembros fueron expuestos al p¨²blico y objeto de un banquete ritual en el que los vencedores comen una peque?a parte del cuerpo del enemigo vencido para lograr su poder y fuerza.

A pesar de las violaciones de los derechos humanos, matanzas y despotismo, Doe sigui¨® gozando del apoyo de EE UU (que hasta el pasado a?o dirig¨ªa a Liberia el grueso de sus ayudas al continente africano) y de Israel (encargado del entrenamiento y equipo de los 200 miembros krhan de su etnia. Los khran integran su guardia pretoriana).

Charles Taylor, su eventual sucesor, no dibuja mejores perspectivas. Ex funcionario de Doe, huy¨® del pa¨ªs en 1984 tras un desfalco a la Administraci¨®n liberiana.

Afirma ser partidario de las libertades pero, a la vez, admite que "tras este combate no estar¨ªa bien que otro fuera presidente".

Cuando inici¨® su marcha hace cinco meses desde Nimba, donde entr¨® desde Costa de Marfil, su ¨¦xito era impensable. S¨®lo contaba con 150 hombres entrenados en Libia y el respaldo log¨ªstico de Costa de Marfil y Burkina Faso. Ahora tiene miles de seguidores, sobre todo gu¨ªos y manos, mayoritarios en Nimba.