Galvao acusa a Alemao de haber sido "blando" con Maradona

Mauro Galvao, el libero de la selecci¨®n brasile?a, culp¨® directamente a su compa?ero Alemao de la derrota ante Argentina: "Cuando Maradona cogi¨® la pelota, Alemao estaba solo a dos pasos de ¨¦l. Yo intent¨¦ intervenir, pero poco pod¨ªa hacer ya cuando Maradona lleg¨® a mi altura. Alemao deber¨ªa haberle hecho falta mucho antes. Preguntadle a Alemao por qu¨¦ no lo ha hecho". En las palabras de Mauro Galvao iba impl¨ªcita una acusaci¨®n de blandura hacia Alemao, que es compa?ero y amigo de Maradona en el N¨¢poles.Alemao se defendi¨® de las acusaciones de Galvao: "No he fallado. No pod¨ªa intervenir antes. Maradona es as¨ª. Antes o despu¨¦s hace una jugada de este tipo. Diego es el mejor jugador del mundo. Evidentemente, alguien todav¨ªa no se ha dado cuenta de ello". Taffarel, el portero bras¨ªle?o, fue el ¨²nico que no se hundi¨® con la derrota. Mientras Muller lloraba, Taffarel dijo: "Cuando nos hemos visto las caras en el vestuario, nos hemos dicho lo que pens¨¢bamos. Somos un grupo ganador, de aut¨¦nticos hombres, de profesionales serios. Dejamos el Mundial, pero ya estamos pensando en el de 1994. Iremos a Estados Unidos y daremos una lecci¨®n de f¨²tbol".

No hubo tristeza

Los brasile?os se despertaron el lunes para vivir un d¨ªa normal. No hubo decepci¨®n y tristeza despu¨¦s de la derrota con Argentina, seg¨²n informa William Waack. Tampoco se registraron reacciones de decepci¨®n como las del Mundial de 1966, cuando Brasil tambi¨¦n se despidi¨® en los octavos de final. Algunos peri¨®dicos llamaron "mercenarios" a los jugadores brasile?os.

Tampoco el entrenador Lazaroni ha sido designado como "enemigo p¨²blico n¨²mero uno" como sucedi¨® con otros t¨¦cnicos derrotados anteriormente. Los cronistas reconocen que no pudo hacer m¨¢s, o sea, emplear a dos atacantes y tratar de evitar los goles en contra. Una encuesta de opini¨®n realizada el domingo ha revelado que, incluso despu¨¦s de la eliminaci¨®n de Tur¨ªn, todav¨ªa un tercio de los aficionados brasile?os consideraba bueno y satisfactorio el trabajo del entrenador.

Reacciones de inconformismo y l¨¢grimas hubo s¨®lo en algunos puntos de las grandes ciudades, donde algunas empresas instalaron pantallas para el p¨²blico y organizaron espect¨¢culos musicales. En Salvador, Bah¨ªa, la gente termin¨® bailando despu¨¦s del partido sin que importara mucho el resultado.

Los peri¨®dicos brasile?os han destacado el hecho de que el pragmatismo del entrenador Lazaroni haya sido derrotado por el arte de un jugador como Maradona. Globo, de R¨ªo, considera que ha llegado la hora de que Brasil reconozca que su f¨²tbol ya no pertenece a la primera l¨ªnea internacional.