El PNV y el PSOE cierran la pol¨¦mica abierta por Ardanza

Socialistas y peneuvistas decidieron ayer dar prioridad una vez m¨¢s a la continuidad del Gobierno de coalici¨®n en el Pa¨ªs Vasco. Los dos partidos zanjaron el enfrentamiento p¨²blico provocado por las dudas expresadas por el presidente del Ejecutivo, Jos¨¦ Antonio Ardanza, en torno a la versi¨®n oficial de los sucesos de la Foz de Lumbier (Navarra).Por su parte, la ministra portavoz, Rosa Conde, se?al¨® ayer que el Gobierno estimaba que Ardanza se extralimit¨® al enjuiciar lo sucedido en el enfrentamiento entre la Guardia Civil y el comando de ETA. "El lehendakari hizo unas manifestaciones que fueron m¨¢s all¨¢ de lo que el Gobierno considera necesario", dijo la ministra, que, sin embargo, quit¨® trascendencia al asunto, informa Emilio Alfaro.

El lehendakari hab¨ªa invitado por la ma?ana a sus socios del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) a dimitir en bloque del Ejecutivo o a retirarle su apoyo en el Parlamento, en respuesta a las acusaciones de irresponsabalidad que le lanzaron el jueves por sus manifestaciones. Ardanza realiz¨® este emplazamiento desde los pasillos de la C¨¢mara de Vitoria. Horas despu¨¦s, el PSE daba por cerrada la pol¨¦mica.

En un escueto comunicado, la ejecutiva de los socialistas vascos mantiene que las declaraciones de Ardanza son "un error de contenido y de oportunidad". No obstante, cree inconveniente el enfrentamiento entre los que est¨¢n unidos contra el terrorismo de ETA y considera necesario aportar por ambas partes prudencia para evitar Ias manifestaciones de descr¨¦dito hacia las instituciones democr¨¢ticas".

El juego electoral

En su r¨¦plica, Ardanzapidi¨® coherencia a sus compa?eros de Gobierno, porque "si de verdad se creen esas cosas", se?al¨®, "no tiene sentido seguir gobernando con este lehendtzkari, salvo que se trate de un simple acto de demagogia o juego electoral".

La proximidad de las elecciones auton¨®micas ha jugado a favor de la dureza de la pol¨¦mica y tambi¨¦n de su apresurado final. Ni el PNV ni el PSE est¨¢n dispuestos a poner en riesgo la continuidad del Ejecutivo a pocos meses de la llamada a las urnas. Los dos partidos, sobre todo el P SE, han comenzado ya a intentar obtener rentabilidad electoral de la gesti¨®n de sus respectivas carteras.

Ambos han dise?ado planes para conseguir que la opini¨®n p¨²blica asocie con su presencia en el Gobierno la estabilidad institucional y, el crecimiento econ¨®mico de los ¨²ltimos a?os.