Una 'Giselle' desnuda

La versi¨®n libre de Giselle que Mats Eks estren¨® hace ocho a?os es a primera vista un cuento sobre el amor de una tonta de pueblo por un hombre de distinta clase social que se aprovecha, casi sin querer, de la entrega sexual, algo oligofr¨¦nica, de la muchacha.Su novio protector la amarra a una cuerda y le da un almohad¨®n rojo para que juegue a mujer. A Giselle no le importa nada m¨¢s que su objetivo masculino, no siente el rid¨ªculo ni la marginaci¨®n, pero se revela contra el enga?o y la emprende a golpes con la novia del joven.

El primer acto es intenso y emocionante, y centra la atenci¨®n en la protagonista. El personaje est¨¢ tratado con fascinante ternura, y Ana Laguna es su encarnaci¨®n total, mientras que los signos conceptuales dan profundidad a la original¨ªsima idea teatral de Eks. ?l es uno de los pocos core¨®grafos contempor¨¢neos que encuentran el tono de la obra y expresan el interior de los personajes a trav¨¦s del propio movimiento.

En el segundo acto, el protagonismo pasa al joven arrepentido que va al mundo ideal del manicomio, y transcurren sus escenas en una continua explicaci¨®n de la sencilla moraleja.

Esta parte tuvo un poder de captaci¨®n menos fuerte y ech¨® en falta el decorado -roto por el aire- que por ser muy ilustrativo hubiera concentrado las expresiones y explicado m¨¢s el movimiento abierto. La luz, potente elemento sensorial, sobre todo en el expresionismo al que Eks est¨¢ tan cercano, no funcion¨® como alternativa y la fuerza esc¨¦nica decay¨®. El p¨²blico, sorprendido por el final, que el core¨®grafo ha puesto como s¨ªmbolo que redondea su mensaje, no estuvo preparado para el aplauso y su respuesta fue m¨¢s fr¨ªa de lo que merec¨ªa la obra y su genial Int¨¦rprete, con la que Auzely estuvo igualado en fuerza expresiva.