La Fiscal¨ªa del Estado acepta mediar en la soluci¨®n de la crisis de las compa?¨ªas de seguros de coches

La Fiscal¨ªa General del Estado est¨¢ dispuesta a intervenir en la b¨²squeda de soluciones que ayuden a atenuar las consecuencias que para las compa?¨ªas de seguros est¨¢n teniendo las crecientes indemnizaciones fijadas por los jueces y que en gran medida parten de las peticiones que realizan los fiscales. Tras los infructuosos contactos con responsables de la judicatura, los representantes de las aseguradoras han cambiado de estrategia.

Pese a la postura receptiva de la Fiscal¨ªa General del Estado, el mensaje transmitido por ¨¦sta al equipo que dirige el presidente de la Agrupaci¨®n de Autom¨®viles de la patronal Unespa, Jos¨¦ Cerc¨®s, es que, en cualquier caso, las eventuales conversaciones que puedan tener lugar deben plantearse por la Direcci¨®n General de Seguros, como m¨¢ximo ¨®rgano de control administrativo de las compa?¨ªas de seguros.Las indemnizaciones por da?os corporales fijadas por los tribunales se han duplicado en 1989, impulsadas en cierta medida por las calificaciones de los fiscales. En concreto, en el pasado a?o las aseguradoras pagaron por este concepto 250.000 millones de pesetas, en tanto que las estimaciones para el presente ejercicio elevan la cifra hasta los 275.000 millones.

Esta situaci¨®n ha llevado a las compa?¨ªas a solicitar el apoyo de la Administraci¨®n, en el convencimiento de que, de persistir la tendencia, ese puede ser el final para un buen n¨²mero de las 175 empresas que trabajan actualmente el ramo de autom¨®viles. De forma simult¨¢nea, se han planteado algunas alternativas que, b¨¢sicamente, se pueden resumir en cuatro.

La primera ha sido la de proponer unos sistemas que hagan posible la homogeinizaci¨®n y objetivaci¨®n del coste de los siniestros de los que se deriven v¨ªctimas mortales o con incapacidades -definitivas o temporales-, de tal forma que se evite la actual disparidad de criterios judiciales que se observa en las sentencias que se dictan. Se tratar¨ªa, en definitiva, de contar con unos baremos de indemnizaci¨®n para los diferentes da?os f¨ªsicos, y en funci¨®n de las circunstancias en las que concurra el perjudicado en el accidente.

La segunda acci¨®n apuntada ha sido la de lograr la despenalizaci¨®n de los accidentes de tr¨¢fico, con objeto de evitar la v¨ªa de lo penal, el colapso de la administraci¨®n de justicia y los tr¨¢mites burocr¨¢ticos, que molestan a los asegurados y hacen perder dinero a las aseguradoras. En tercer lugar, se ha planteado la conveniencia de acudir a soluciones extrajudiciales, y a la llamada declaraci¨®n amistosa de accidentes. Finalmente, la cuarta propuesta gira en tomo a la prevenci¨®n, basada en imponer un castigo econ¨®mico al causante del da?o, lo que podr¨ªa ser un acicate para que los conductores extremaran su atenci¨®n de cara a evitar los siniestros.

Las indemnizaciones por da?os corporales fijadas en las sentencias de los jueces y en las peticiones formuladas por los fiscales, se han situado en el primer trimestre de 1990 un 20% por encima de las c¨¢lculos realizados por Unespa.